El arte de las palabras

Me he conectado para contaros, como sigue la cosa con Pichu, si, al final, se llama Pichu, y es que yo había decidido ponerle Bartolo, pero mi madre le llama Pitu, y mi hermana Pichu, y para no liar al pobre, decidimos dejarle Pichu. De momento me agrada deciros que sigue vivo, y hoy es el tercer día que está con nosotros, bueno, conmigo, porque está en mi habitación y no dejo de contemplarlo (aunque debería estar estudiando). Me sorprende pensar como por casualidades de la vida, está en manos de una familia que no sabe nada de pájaros, aunque al menos intentamos que este bien. Mirando por Internet y comparando razas de pájaro, creemos que es un gorrión, y bueno, gracias a unos vídeos de YouTube que enseñan la evolución de uno de ellos desde que nace, Fortunato le llama la dueña, pues también creemos que tiene 5 semanas. Mi hermana se puso en contacto con un amigo, que tiene un amigo, cuya madre es veterinaria, y el compañero de ella, nos ha dicho que mañana se lo llevemos q...

Isemay se tumbó en la cama, había reprimido las lágrimas delante de su hermano, pero no quería seguir fingiendo o el dolor la consumiría, se dió la vuelta acercándose hasta la puerta y la atrancó por dentro, después se echó en la cama, y lloró desconsoladamente abrazada a la almohada. Su hermano la abandonaba, no la quería en Sabell, la desterraba de su propio hogar, por no volver a enemistarse con su amigo. Estaba traicionando a su sangre, por Osmar, y así lo sentía ella con cada latido. Dos horas después sabía que la cena ya habría concluido, y que no debería seguir llorando así o sus ojos permanecerían hinchados durante varios días, estaba cansada de fingir y pensaba poner punto y final a su matrimonio en cuanto llegaran a tierra. El rey quería casarla con otro hombre, y ella cedería, le daba igual con quien, ahora más que nunca deseaba alejarse de Halk y Sabell, deseaba ir muy lejos, tal vez a otro continente, le daba igual que vida le diera su nuevo esposo, ella no creía que fuera...