Isemay- Parte 17 VIVO
Dos horas después, Clotilde había regresado con su primo para comer, las mujeres pusieron la mesa, mientras los hombres se sentaban a tomar algo, Liperto permaneció con ellas en la cocina, para gran deleite de las damas, y un mal presagio para Osmar, que no dejaba de mirar fijamente la puerta de la cocina, y se sobresaltaba cada vez que oía reír a su esposa. - Maldita sea- se quejó una de las veces en alto. - ¿Molesto por algo, amigo?- sonrió Uwuain. - Sabes perfectamente porque y quita esa sonrisa de t...