Entradas

Mostrando entradas de abril 9, 2014

Desnudar el alma

Imagen
Cuando se intenta conocer a otra persona, nos sentimos vulnerables, sentimos en cierta manera que estamos desnudando nuestro alma. Hay veces, que debemos aprender a diferenciar entre desnudar el alma y desnudar nuestra dignidad, desnudar el alma es dejar que te conozcan, quitar ese muro que normalmente nos rodea por las heridas recibidas y abrir una puerta para que esa persona entre, observe y se siente contigo a tomar un café. Desnudar la dignidad es mostrar durante ese café todas las cartas encima de la mesa, y dejar que la otra persona las barajé a su antojo, las recoja y vuelva a repartir cuantas veces quiera, mientras tu le miras con una sonrisa de oreja a oreja. A mis amigos, con los cuales desnudo mi alma, los cuento con los dedos de la mano, porque son aquellas personas que incluso en la distancia, saben que necesito en cada momento, si un abrazo, un buen pellizco, o simplemente espacio. Uno no puede desnudar el alma con todas las personas, la dignidad sin embargo, n

Magia prohibida

Imagen
Magia prohibida de Jo Beverly, es el último libro que me leí en 2013, pero todavía no había tenido tiempo para dejaros la reseña del mismo, en octubre ya os dejé otro de sus libros " Tentar a la suerte" que también me gusto mucho. La historia nos habla de Meg Gillingham, una hermana amorosa que por causas del destino se termina convirtiendo en madre de todos sus hermanos a la muerte de sus padres, unos padres que no habían dejado previsto el futuro de sus hijos y que los dejan a manos de Arthur, su casero, un hombre bastante horripilante al que le gustan las niñas, contra más jovencitas mejor. A punto de ser echados de su casa, Meg pide un deseo a una estatuilla mágica, o al menos eso cree ella, pide, encontrar una solución a lo que esta ocurriendo antes de que sus hermanos y ella tengan que quedarse sin hogar, y justamente en la época de Navidad. En otra parte de esa misma ciudad el conde de Saxonhurst recibe una carta de su abuela, una mujer a la que odia, ella