Isemay- Parte 33.13 MUERTO
Se internaron en el espesor del bosque mientras la noche seguía sobre ellos, un manto de estrellas cubría el cielo, y la luna, con su resplandor los iluminaba en el camino. Pero nada de ello evitó los arañazos y goles contra la maleza y las piedras del camino. No había rastro de Uwuain, y tampoco supieron de él a la mañana siguiente, ni cuando volvió a caer la noche. Entre los brazos de Isemay, Olaft dormía plácidamente, esperando el momento en que tendría que volver a comer, callado, placido, sin saber al peligro al que se enfrentaban sus padres, pues los hombres no habían cesado en su búsqueda. - Parece un ángel- la dijo para romper el silencio, pues desde que salieron de la ciudad parecía que ambos tenían miedo de hablar. - ...