Isemay- Parte 5.9 VIVO
- Suéltalo ya- le dijo cuando resoplo de nuevo- o vas a envenenarte con tu propia lengua. - ¿De verdad fuiste tan insensato de abandonar a mi hermana en la corte?- le preguntó, y las aletas de su nariz se dilataron mostrando su enfado. - Jamás abandonaría a tu hermana en un lugar como ese- se excusó- es mi esposa, aunque no me guste, y los dos sabemos lo que ocurre con las mujeres abandonadas por sus maridos en la corte. - ¿Se convierten en amantes de ancianos que las halagan y las colman de riquezas?- le respondió con una pregunta. - Si, eso mismo, y yo no quiero que mi reputación se arruine, todos sabemos cómo es aquello, los rumores correrían como la pólvora. Además, jamás la mostraría tan cerca de mis mujeres- se defendió. - A los ojos de todos, tu solo tienes una mujer, a la que deberías respetar, pero, ¿Dónde qued