Isemay- Parte 38.8 EXILIADO
Días después medio ejército del rey había llegado a la aldea, el rey encabezaba la marcha. Había entrado en la austera cabaña de la anciana, estaba pálido y las ojeras adornaban sus pómulos. No había parado a descansar desde que su carta había llegado. - ¿Estás bien?- La había dicho abrazándola- Te hemos buscado por todas partes, no sabía dónde podría encontrarte. - Estoy bien, de veras, y el niño también, sólo quiero regresar a casa. Y eso mismo había hecho el rey, llevarla a Halk, y permanecer con ella durante días, hasta que Reynald llegó para acompañarla. Su primo había pedido que le concedieran su protección, y el...