Isemay 39.6
El rey entró a los aposentos como siempre sin llamar, era una costumbre que se adquiría entre la nobleza, ya que el rey podía estar en cualquier lugar que quisiera, y más si esa era su casa. Avanzó por la alfombra hasta llegar a ellos mientras la puerta era sujetada por dos de sus guardias. - ¿Les has visto?- Habló primero mirando a su primo para luego desplazar la mirada hacia Uwuain- Supongo que sí, ya que estáis muy cerca de la ventana- sonrió. - Cuando voy a conocer al niño- Quiso saber Osmar adelantándose para hablar con él. - ...