Isemay 43.3
Dos semanas después, Osmar había abierto los ojos con mucha dificultad, y la había observado rezar a su lado en la cama, no sabía porque, pero él sabía que ella estaría junto a él, tenía la mano de él entre las suyas y parecía hablar con los dioses sobre su futuro. - Devuélvemelo- la escuchó decir- prometo perdonar las cosas que hizo, necesitaré tiempo, pero lo haré, no puedo soportar verlo en este estado- sollozaba contra su mano. - Yo odio verte llorar- consiguió decir él con mucho esfuerzo. Ella levantó la vista y vio sus ojos mirándola, tenía elección, podía salir corriendo ahora que él estaba recuperado o intentar tener un nuevo futuro con él, con un a...