El arte de las palabras

Radians bajó por las escaleras con Mateo y este la condujo al jardín donde se estaba celebrando una fiesta en honor de la pequeña y de Sajira, habían iluminado el jardín con pequeñas farolas, grandes mesas de comida estaban esparcidas alrededor de este. Radians miró a la puerta y José apareció así que decidió marcharse a esconder al invernadero. Pero tal vez no fue una buena idea, Radians se dirigió a la parte de atrás y se adentró entre los grandes árboles, alguien abrió la puerta pocos minutos después y Radians oyó como una mujer gimoteaba, como no se marchaba decidió salir de su escondite. Una mujer rubia estaba sentada en uno de los polletes, apoyaba la cabeza sobre las manos y lloraba temblando desconsoladamente, tal vez era imprudente y una falta de discreción pero Radians se acercó para hablar con ella. — Señora, ¿está bien?- la mujer levantó la cabeza y entonces Radians vio a Lidia- disculpa, no sabía que eras tú- dijo marchándose — ¿Te diviertes?- preg...

En el pasillo, José agarró del brazo a Radians y se la acercó a su cuerpo mientras con el otro brazo la rodeaba, intentó besarla pero esta apartó la cara como si eso la ofendiera. — ¿Qué ocurre?- preguntó José nervioso y sorprendido pues la noche de antes aceptaba sus besos — José, no quiero que me beses — ¿Cuál es el motivo? — No quiero la clase de confianza que cogimos ayer, fue un error — Un error que te gusto — Sí, pero un error — Por dios, no puedo creer que me estés diciendo esto — Ni yo que tú me estés diciendo esto y mucho menos que te ofendas — ¿Cómo? — A pesar de lo que pienses soy una mujer muy decente y nunca he dejado que ningún hombre me toque y no quiero que seas tú el primero — Yo no soy un hombre soy tu prometido — No, todavía no eres mi prometido y aunque lo fueras no te da derecho, ¿esto hiciste con Lidia?- se defendió — A Lidia jamás la toque, me prometí con ella poco antes de que llegara aquí y era la primera ve...