Una nueva vida- Capítulo 39.2
En el pasillo, José agarró del brazo a Radians y se la acercó a su cuerpo mientras con el otro brazo la rodeaba, intentó besarla pero esta apartó la cara como si eso la ofendiera.
— ¿Qué ocurre?- preguntó José nervioso y sorprendido pues la noche de antes aceptaba sus besos
— José, no quiero que me beses
— ¿Cuál es el motivo?
— No quiero la clase de confianza que cogimos ayer, fue un error
— Un error que te gusto
— Sí, pero un error
— Por dios, no puedo creer que me estés diciendo esto
— Ni yo que tú me estés diciendo esto y mucho menos que te ofendas
— ¿Cómo?
— A pesar de lo que pienses soy una mujer muy decente y nunca he dejado que ningún hombre me toque y no quiero que seas tú el primero
— Yo no soy un hombre soy tu prometido
— No, todavía no eres mi prometido y aunque lo fueras no te da derecho, ¿esto hiciste con Lidia?- se defendió
— A Lidia jamás la toque, me prometí con ella poco antes de que llegara aquí y era la primera vez que nos veíamos
— Y pretendes que me lo crea- le espetó furiosa
— Basta, me besaras porque seré tu esposo- la grito
— ¿Qué ocurre aquí?- apareció Mateo
— Nada padre
— Radians, agárrate a mi brazo- la invitó Mateo
— Padre enseguida bajamos
— No José, tu baja cuando quieras, yo me voy ahora y se agarró al brazo de Mateo y ambos bajaron y desaparecieron en las escaleras.
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