Isemay- Parte 30.7 MUERTO
Abrió la puerta para encontrarse con su esposo detrás de ella. Tenía el brazo levantado como si fuera a llamar. Se había duchado y afeitado, olía a hombre, a mar, a sexualidad y a poder por todos sus poros. Su hijo también parecía olerle, porque comenzó a agitarse y a mover los puños contra ella. - Venía a ver al niño- la indicó. - Bien, porque tengo que salir a comer algo- dijo volviendo dentro de la habitación y colocando al pequeño en el canasto- ¿Puedes quedarte con él hasta que regrese? - ¿No esta Tricia contigo? - Resulta que mi niñera ha decidido ponerse de tu parte- se volvió hacia él para marcharse pero se vio acorralada entre la cuna de su hijo y su esposo. Osmar no tenía pensado actuar así, pero su frialdad, rozaba al olvido, algo que no pensaba permitir. Así que, como si algo le hubiera empujado desde dentro, colocó cada una de sus manos alrededor de ella,