Isemay- Parte 30.7 MUERTO
Abrió la puerta para encontrarse con su esposo detrás de ella. Tenía el brazo levantado como si fuera a llamar. Se había duchado y afeitado, olía a hombre, a mar, a sexualidad y a poder por todos sus poros. Su hijo también parecía olerle, porque comenzó a agitarse y a mover los puños contra ella. - Venía a ver al niño- la indicó. - Bien, porque tengo que salir a comer algo- dijo volviendo dentro de la habitación y colocando al pequeño en el canasto- ¿Puedes quedarte con él hasta que regrese? - ...