Isemay 43.4
Durante todo ese tiempo, Osmar volvió a ganarse la confianza de su esposa, la contó todo lo que había hecho durante esos dos años, la entregó las cartas que la había escrito por si algún día volvía a encontrarla. Isemay había leído todas y cada una de ellas, podía haber pensado en algún tiempo que él no la amaba, pero sabía que se había equivocado, sus cartas dejaban claro que se preocupaba por ella, que la amaba, que deseaba saber si estaba bien. Hablaba de un futuro junto a ella, con muchos niños, una vida juntos en Halk. - Ya no existirá más Halk- le explicó Isemay un día durante una de sus conversaciones. - El rey vino a hablar antes conmigo, Wilde fue ...