Isemay- Parte 20.9 VIVO
Reinald se había separado entonces de ellos para dejarles solos, estaba seguro de que su hermano quería preguntarle por sus experiencias y sería mejor que ayudara a sus hombres a guardar los caballos, pronto llegarían más y necesitarían sitio. Ruther también lo siguió fuera. Aunque ya había mandado a dos de sus hombres salir en busca del contingente restante, informándoles que no se acercaran mucho al pueblo pues habían creado suficiente expectación, y no querían llamar la atención, muchos hombres de Halk irían hasta allí. Las dos mujeres seguían estupefactas en la puerta de la calle viendo como los hombres ordenaban y cuidaban de sus caballos, probablemente nunca habían visto a un ejército acampar en su propiedad. Doña Encarna y Clotilde atendieron con gusto a los hombres que se iban acercando para pedir algo de alimento, Isemay no se movió del regazo de su primo durante todo el proceso, cerrando los ojos descanso sobre su hombro. Al anochecer, cuando todo había quedado más relajado ...