Entradas

Mostrando entradas de febrero 21, 2011

Isemay- Parte 1.7 VIVO

Intento recordar más, pero pequeñas imágenes le venían a la cabeza y no sabía si pertenecían a los sueños o a la realidad, hombres que le ataban y golpeaban mientras estaba tendido en el suelo, la fuerza de su cuerpo contra un caballo o un carruaje duro donde le habían tirado, con el mismo cuidado que si tiraran un saco de heno, y voces lejanas de personas que decían que estaban seguros de que era el Halcón Negro. A partir de ahí, no recordaba absolutamente nada, solo un oscuro pozo negro y sin fondo, y mucho frío. Intentó moverse pero no podía, permanecía de pie, y aunque las piernas a penas podían sostenerle, eran sus muñecas las que mantenían su peso, ya que estaban atadas con grilletes a la pared por encima de él, lo sabía porque el metal frío y mugriento chocaba contra su piel desnuda y le raspaba con saña la parte de carne descubierta de sus muñecas, ni al peor de los prisioneros le tendrían atado así, al menos que no fueran a pedir rescate por él y esperaran que muriera de hambr

Isemay- Parte 1.6 VIVO

Sin pensarlo, se había dirigido junto con sus hombres hacia el lugar donde le indicaban las señales de su campesino, pero había resultado ser un bosque demasiado peligroso como para permanecer allí, lo habían notado desde que se adentraron en la espesura, después, sintió que les rodeaban y los vigilaban, e instantes más tarde estaban sumergidos en una cruel y sangrienta lucha. Recordaba haber desmontado de su caballo cuando las flechas comenzaron a caer sobre ellos, de esa forma le sería más fácil protegerse de los ataques, aunque parecían no ir dirigidas contra él, sino contra los hombres que le acompañaban. Una vez en el suelo, había utilizado su espada para protegerse del primer atacante que fue contra él, hincándosela en el vientre para sustraerla después bañada de sangre, mientras con un ruido sordo el cuerpo sin vida de su atacante caía contra el suelo. Esquivó un golpe de un segundo adversario y bajó la espada para enfrentar a un tercero, un cuarto le hirió en el brazo al tiempo