Isemay- Parte 30.9 MUERTO
Osmar supo que acababa de rendirse, sabía que no tenía escapatoria, y notó como todo su cuerpo se ponía en tensión esperando su beso. Cerró los ojos con fuerza, como si la fuera a imponer una condena, pero inconscientemente los humedeció, como instantes antes lo había hecho. Se inclinó hacia ella, estaba seguro de que podía notar su aliento caliente junto a su boca. Rozó sus labios, consciente de que estaba intentando seducirla, debía controlarse aunque su entrepierna amenazara con explotar ante el contacto. Sabía lo mucho que la molestaba lo que estaba haciendo, durante todo el tiempo que estuvieron juntos ella se lo había dicho muchas veces. Rozar sus labios para luego dejarla expectante ante un beso que ansiaba la molestaba. Se separó, y volvió a rozarla los labios, haciéndola esperar lo que llegaría más tarde. Ella abri...