El arte de las palabras

Después de dar de comer al niño y acostarlo a dormir, Isemay se disculpó y comió en un salón privado con Reynald, sabía que no estaba bien lo que hacía, pero quería evitar a su esposo a toda costa y no veía otro modo de hacerlo. Estaba segura de que con ello despertaría habladurías, no es que la corte estuviera en pleno apogeo de visitantes, pero era la residencia de los reyes, siempre había gente allí de visita. -                             ¿Qué tienes pensado hacer para esta tarde?- La comentó Reynald- el rey me invitó a salir de cacería, la mayoría de los hombres le acompañaremos, no he podido decir que no- Le explicó. -                             No te preocupes, había pensado leer un rato, Osmar se llevará a ...

Ahora no, porque estoy de vacaciones y cojo muchísimo menos el coche... Pero cuando iba a trabajar, todos los días tenía atasco, así que me daba mucho tiempo para mirar lo que hacían los de los demás coches, y es sorprendente, los pocos accidentes que hay teniendo en cuenta la cabeza o mala cabeza que tiene la gente, estas son algunas de las cosas que he podido observar... Al típico que va hablando por el móvil, ¿Hay algo tan importante de decir cuando vas conduciendo? Señor jefe, estoy en un atasco, llego tarde, puuuuuummmmmm, mejor dicho, ya no llego. Al que va comiendo, ¿Tienes tanta hambre que no puedes esperarte cinco minutos más? Yo desayuno muy temprano, y llego a casa sobre las 4 de la tarde, sobre todo en verano, tengo hambre si, a veces hasta me duele la barriga y todo, pero, ¿No puedo esperarme? Siempre puedes hacerlo, yo lo prefiero a provocar un accidente porque me atragante y me descuide del volante. Aquel que va fumando, saca la mano por la ventanilla para echar la ...