Isemay- Parte 22.4 VIVO

Poco a poco ella empezó a imitar sus movimientos, primero muy lento, después más apasionado. Osmar comenzó a ceder un poco de control y la apretó más contra su cuerpo, protegiéndola de todo, saboreo sus labios con la lengua, y la instó a abrir la boca para sentir como tocaba todo su interior. Jugó con su lengua, mientras ella apoyaba tímidamente las manos sobre su pecho.

-                            Eres mía- la murmuro contra sus labios.

Un gemido salió de la garganta de Osmar como si fuera un quinceañero al que estuvieran enseñando a besar, soltó su nuca para tocarla la mejilla a la vez que sus lenguas se unían en una danza acompasada, salían y entraban de la boca del otro, como si marcaran los eternos pasos de un baile que no quisieran que terminara, se rodeaban la una a la otra, absorbiendo la vitalidad del otro.

No era el primer beso que se daban, pero con ella, cada vez que sus labios se unían, percibía un sin fin de sensaciones de las que no quería separarse. Podría estar toda la vida sumido en ese hermoso sueño.

Recordó la segunda vez que la había besado, el día que llegó a su casa, acababan de prometerlos, pero él no lo sabía, ese día había echado de menos que ella no saliera a recibirles. Uwuain también la echo en falta, pero estaba demasiado embobado con la criada que había salido a recibirle como para pararse a pensar donde se encontraría la traviesa de su hermana. Osmar si la había echado de menos, ahora lo recordaba perfectamente, era como si cada día que pasara con ella pudiera ir recordando cosas que habían vivido juntos y él hubiera tratado de olvidar y desterrar de su memoria.