Tal vez...


Tal vez no sea una princesa, tal y como soñaba de pequeña, no tengo el pelo tan largo y negro como el de Jazzmín, ni un león como mascota, a lo humilde, tuve una perrita y una cobaya, y ahora, solo nos acompaña una tortuga, que no tiene nombre de fiera, y posiblemente no me pueda defender como el león de Jazzmín, pero que, fueron y son las mejores mascotas que uno puede tener.


Tampoco podría morir nunca como murió Blancanieves, atragantándome con una manzana, ya ni siquiera recuerdo cuando fue la última vez que me comí una de esas frutas tan deliciosas, y mucho menos tendré que escapar al bosque defendiéndome de una malvada madrasta, ya que mi madre es la mejor madre que se puede tener, no hace falta huir de ella.

Y en cuanto a dormir hasta que el príncipe encantado venga a darme un beso que me despierte, me encanta dormir, lo haría encantada y más si a una le despiertan con un beso, pero, lo de las agujas y eso, no, creo que ni cosería, ni tampoco me pincharía con la aguja, aunque el efecto sería casi el mismo, a veces pienso que la Bella Durmiente se desmayó del susto... En cuanto a las hadas madrinas, bueno, no tengo tres, tengo muchas, y ellas son personas que me acompañan siempre, que me cuidan y que me quieren, mi madre, mi hermana, mi abuela, mis tías, mis primas... No, como veis, aun así no cumplo los requisitos de princesa.

Sobre la Cenicienta ya ni hablar, no me veo yo limpiando una casa un día tras otro, encerrada en un castillo y sin recibir nada a cambio que el canto de los pájaros y la compañía de unos ratones, pero tengo una calabaza que me regalaron en mi primer trabajo importante, en ese que se cobra por primera vez un sueldo de mileurista, me la regaló un compañero, él se jubilaba, yo me iba a cumplir un sueño, y bueno... Tal vez la calabaza no me sirva de carroza, pero me acompañó en el viaje de ser maestra.



Si me fijo en la Sirenita, ya de primeras tengo un fallo y es que no tengo el pelo de color rojo, ni tal vez tan largo, no suelo abrir la boca bajo el mar, y mucho menos peinarme con un tenedor, y bueno, para que negarlo, tampoco jamás perdería la voz por un hombre, solo porque él se fije en mí, y no dejaría mi vida, por caminar a un lugar que desconozco, y donde no se si llegarán a quererme.

Bella es otra de las princesas que me encantan, cantaba, leía, vivía feliz a su manera, y tenía un padre que estaba un poco chiflado, vale, mi padre no es que este muy cuerdo (me va a matar cuando lea esto), pero no le daría por montarse en un caballo y realizar inventos que no tienen sentido, el mío es más de hacer cosas que sirvan, buscar maneras de mejorar, trabajar duro, muy duro, y sentarse en invierno en casa, con su familia, tranquilito... la aventuras hay que vivirlas, pero tiene en el hogar a tres princesitas que le adoramos... o bueno, no se, yo aun no tengo claro si soy princesita.

Lo que me frenaba siempre de Bella, es que no le diera a Gatón, un buen garrotazo, adiós muy buenas guapo, vete a buscar a todas las que se preocupan de los musculitos pero déjame en paz.

No, definitivamente, no nací para ser como Bella, y si me enamoraría de la Bestia, no lo se, no creo que pudiera hacer que dejara de comer con las manos, soy la primera que creo, que hay cosas, que con las manos saben más ricas.

Mulán es caso a parte, jamás quise ser un hombre, o parecerme a ellos, o bueno, tener las mismas oportunidades, creo que una mujer puede hacer lo mismo que los hombres pero en su papel de mujer, o incluso, tal vez, pueda hacer más... Pero no seré yo, quien frene a Mulán, que demuestra a todos lo que vale una mujer... Lo que pasa que la violencia no es lo mío.


Pocahontas, era como algunos me llamaban en el colegio por el pelo jajajaja, y bueno me encantan los mapaches, pero eso de vivir en una civilización apartada del resto, creo que no sería lo mío, me encanta la naturaleza, pero también me gusta dormir calentita en invierno, no tener que matar animales para comérmelos e ir a jugar con el viento, solamente cuando no hace mucho frío.

Rapunzel también es especial, que mujer no quiere tener una melena hasta los pies, vivir en una torre y esperar a que un príncipe trepe por nuestro pelo para amarnos siempre... mmm, vale, dicho así, no suena bien, uno no sabe lo que duele desenredarse el pelo hasta que lo tiene largo, y tampoco lo incomodo que es subir unas escaleras en forma de caracol hasta que no visita un castillo, y ya ni hablamos de lo de trepar por el pelo, ¿Qué no tendrá una escalera a mano el príncipe?

No se, tal vez no haya nacido para ser princesa, pero... bueno, en el fondo, cada una lo es a su manera.

Comentarios

Piruja ha dicho que…
Hola Tamara, chiquilla que bonito lo que nos has relatado, yo creo que todos a su manera son como dices princesas y príncipes, pero ante todo no se debe pretender ser una persona diferente a nosotros, si no ser nosotros mismos, con nuestros sueños e ilusiones pero no perder nuestra identidad por querer ser un cuento, o vivir una vida que no es la nuestra.
Y tu si que lo eres a tu forma de unas personas que son tus padres, para ellos eres una de su princesas, y si me apuras para alguien mas.....:)

Un besote!!
Yaki Safer ha dicho que…
pero que bonito escribes niñaaaaaaaaaaaaaaa!!
sabores compartidos ha dicho que…
Toda mujer lleva dentro de sí a una princesa cada una a su estilo inconfundible e inigualable, asi que ya sabes que no hace falta que lleves corona, jajaja
besoteeeeeee
Anónimo ha dicho que…
ya estas grandita pa pensar en ser princesa auque seas bajita vas a cumlir 25 ya jejejejeej
besos javi
Tamara ha dicho que…
Gracias Piru por tus palabras, la verdad es que tienes razón, tenemos el sueño de ser princesas, pero las hay de muchos tipos. Un besazo.

Gema me alegro de que te haya gustado jejejeje, ¿Tu eres princesa? Jejejeje, no lo dudo, pero ¿A cual te pareces? Un besazo.

Orthos pues que bonito lo que piensas, ojala todos piensen igual, y no, la corona pesa mucho y luego me duele el cuello jejejeje. Un besazo.

Javi, ¿25? Anda que no queda jejejeje. Un besazo, yo en los 18 me quedé.

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