Morí el día en que entendí, que me estaba equivocando



Bebía su sangre lentamente mientras intentaba encontrar el motivo para parar aquella pesadilla que había comenzado desde hace dos años.

Se había enamorado de una joven en el instituto, y ella le había correspondido al instante, pero es que ella no le conocía realmente, no conocía nada sobre él, solo que la amaba.

Pero en las noches de luna llena, él se convertía en un monstruo capaz de hacerla daño, de hacerla sufrir y que sintiera dolor, y eso estaba haciendo en ese momento, bebiendo de ella una sangre que sabría tardaría de reponer en su cuerpo, litros y litros que la abandonaban haciendo que quedara extremadamente delgada, indefensa, enferma.

Se consoló diciendose que eran los instintos de vampiro los que le hacían provocar semejante tortura a la mujer que amaba, cuando ella estaba indefensa, llevaba así meses, sin poder defenderse ante él.

Algunas veces, en el pasado, se había negado a ser mordida por su hombre, y él, aceptando su decisión, había salido colérico de su casa, de la casa de ambos, en busca de una víctima que le pareciera lo suficientemente atractiva como para olvidarse de lo rica que estaba la sangre de su esposa pasando a través de su garganta.



Pero cuando se dio cuenta de que jamás nadie sabría como ella y le haría sentir esa sensación de poder corriendo por su cuerpo, mientras su ya podrido corazón bombeaba la sangre de ella, entonces, decidió que no volvería a dejarla elegir si darle de beber o no, la obligaría, y luego cuidaría de ella con el fín de que a la siguiente luna estuviera preparado para él.

Esta vez era distinto y él lo sabía, se lo había visto en los ojos cuando se acercó a ella sin poder controlarse mostrándola sus colmillos, y como las últimas veces la había prometido que sería la última vez, ella asintió, ya sin oponerse a él, no merecía la pena, él también sabía que ganaría la batalla.

Y entonces, aparto el delgado camisón de su vena y mordió, y ahora bebía de ella, pero no sentía nada, no sentía ese poder que se supone debía sentir al saborearla, al hacerla suya de esa manera, y supo porque motivo le ocurría eso en el instante que se separó de ella y una daga atravesaba su corazón.

  • Escúchame- la oyó susurrar mientras el cuerpo de él comenzaba a envejecer y pudrirse- Cuando un hombre te quiere jamás te hará sucumbir a sus caprichos, sea cuales sean. Dejaste de quererme el día en que empezaste a verme como un objeto más para tu juego, no me respetaste, y morí el día en que entendí, que me estaba equivocando, pero hoy dejarás de existir en mi vida, y mañana, comenzaré a reponerme de nuevo- Y mientras decía esto, le mostró los colmillos que habían nacido en su boca. 

Comentarios

Aglaia Callia ha dicho que…
Vaya, excelente historia, me ha gustado muchísimo. Has plasmado un tema muy importante de una forma genial, felicidades, ese párrafo final me encantó.

Besos.
Raquel Campos ha dicho que…
ME ha gustado mucho la historia, está muy bien narrada y los sentimientos se reflejan muy bien.

Besos!!
Francisco Espada ha dicho que…
Como ves, soy muy obediente. No es la sangre mi (lectura) bebida favorita, pero creo que merece la pena estar cerca de ti.

Un beso
EldanYdalmaden ha dicho que…
Buenísimo relato y real como la vida misma.
Instructivo.

Abrazos
luis alvarez ha dicho que…
Me gusto..especialmente el mensaje final, en donde ella se rebela y le habla..es aplicable en cualquier relación real..
Me gusto la historia Tamara..
Bendiciones...
J.P. Alexander ha dicho que…
Uy me gusto tu relato y me sorprendió un beso y te me cuidas Tamara
◊ dissident ◊ ha dicho que…
Adoro los vampiros. De hecho alguna cosa tengo escrita sobre ellos...

Los "monstruos" no deberíamos crear "monstruos" porque al final acaban con nosotros, y lo sé por experiencia.

Sanguíneos saludos.
Tamara ha dicho que…
Gracias Aglaia jejejee, la verdad es que quería mostrar un poco como deben ver las mujeres que reciben malos tratos y en que deben convertirse, no matar, claro que no, pero si dejar de ser víctimas y hacerse valer. Un besazo.
Tamara ha dicho que…
Muchas gracias Raquel, la verdad es que la escribí hace tiempo y ni siquiera reparé en que fuera buena. Un besazo.
Tamara ha dicho que…
Muchas gracias Francisco. Un besazo.
Tamara ha dicho que…
Si Dany, por desgracia se asemeja a muchas cosas de la vida. Un besazo.
Tamara ha dicho que…
Luis, veo que captaste justo el mensaje que quería enviar. Un besazo.
Tamara ha dicho que…
Gracias Citu, me alegro que te haya gustado. Un besazo.
Tamara ha dicho que…
Dissortat, pues muéstranos tus escritos, los estamos esperando. Un besazo.

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