Mamá
Si alguien se merece sin duda alguna la entrada en mi blog, es mi madre... Si, se que ya escribí otras veces sobre ella, o para ella pero... Hoy me apetece escribirla de nuevo.
Hace mucho tiempo, en un país de las hadas, una niña de cabellos rizados jugaba junto a su padre y sus hermanos en un terreno que había cerca de su casa.
Su madre y su padre habían sido siempre grandes trabajadores, el barrio les conocía, ayudaban a los más necesitados. Ellos tenían un bar, donde daban de comer no solo a gente que podía costearse la comida, también a gente que no podía pagarla.
Eran tiempos muy duros, la guerra, el hambre... Sin embargo, esa familia siempre ayudaba a los demás.
La niñita de la que os hablo era la pequeña de una gran familia, y desde la cuna, aprendió que para conseguir cosas en la vida hay que trabajar muy duro, ser humilde y ayudar a los demás.
El tiempo fue pasando, y el papá de la niñita murió, ella, con seis años, se hizo cargo junto a su madre del negocio familiar, sus hermanos ya se habían casado, algunos hasta tenían hijos, su ocupación estaba en otros lados, sin embargo ella, siempre estuvo para su madre.
Y creció y se crió trabajando muy duro, sin tener tiempo para estudiar, prefería ayudar a su madre que ir a la escuela, entendía que eso era lo que necesitaba su familia en ese momento.
Cuando era muy joven, esa niña conoció a un príncipe azul y se enamoró perdidamente de él. El príncipe azul era uno de los gamberros del barrio jejeje, y aunque contra todo pronóstico las cosas estaban no dispuestas a salir bien, salieron.
Los dos se amaron durante mucho tiempo, tiempo en que la niñita creció y se convirtió en mamá, si, en mamá, porque cuido y adoptó a un niño que se había quedado huérfano de madre.
Le dio su amor, le crío como solo una madre sabe hacerlo con sus hijos, y le vio crecer sano y fuerte.
El príncipe y la niña se casaron, ella era muy joven, tenía 18 años, él también lo era, solo tenía un año más. Poco tiempo después, un año y algo para ser exactos, la familia se aumentó, y nací yo.
No se si después de leer esto entenderéis, porque tengo que escribir sobre ella. Mi madre, me ha enseñado a luchar, a querer sin esperar, a convertirme en mujer. Mi madre me ha enseñado a ser, a cumplir, a ser paciente, también me ha enseñado a llorar, a sentir, a ser consciente.
Y si, tal vez no sea la mujer más culta del mundo, pero si que es una luchadora con sus defectos y virtudes, y si alguien se merece esta entrada, sin duda alguna, es ella, porque para mí, ella es el tipo de héroe que necesita esta sociedad, el héroe que sabe amar.
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Un besazo.
Comentarios
Besos!!
Besos
un abrazo
excelentes valores humanos.
Un abrazo.
Besos
Te sigo, tienes un blog precioso.
Un beso grande y nos leemos. :)
Un fuerte abrazo.
Es una gran mujer.
Me ha emocionado leer su historia.
Un fuerte abrazo para las dos.
Besos.
besitos mi niña
Pues madre sólo hay una.
¡Un abrazo!
Besotes.
Besotesssssss y los compartes