Una nueva forma de dejar brillar.

A la víspera de unas nuevas oposiciones para Maestro de Educación Especial, hoy he decidido volverme a poner a estudiar, y es que es tan difícil ponerse a estudiar cuando las cosas quedan tan lejos, así que prefiero pensar que ya estamos a la víspera.





El otro día en clase, me di cuenta de cómo es tan cierto que los niños temen lo diferente, uno de ellos, hablando de las personas con Deficiencia Motórica, hizo un gesto demasiado feo, imitando como iban en silla de ruedas, cabreada, porque no me parece lógico que se falte al respeto de esa manera y mucho menos que algunos padres, educadores, etc. Lo consientan, le expliqué lo que es una persona con Deficiencia Motórica, y es que no sé porque algunos niños, e incluso adultos, piensan que las personas con algún tipo de discapacidad son como extraterrestres que nacieron en otra galaxia, tanto así, que ni intentan comprender sus dificultades, y mucho menos darse cuenta de que son personas como el resto y por lo tanto se merecen el mismo respeto y la misma consideración.





Pues bien, me acordé del primer tema de las oposiciones, que habla de la evolución de la Educación Especial, y pensé en como aún hoy en día, las personas que quieren ser ignorantes de la realidad y vivir en su burbuja de cristal, lo pueden hacer, como antiguamente, rechazando al que es diferente. Ya no solo hablo de personas con Necesidades Especiales, sino también, de extranjeros, diferentes a nosotros, personas de distinta religión u costumbres.

Vivimos en una época en la que todavía hay personas con los ojos vendados que recurren a las ofensas para sentirse superiores por miedo a lo diferente.





Así que tengo la intención de hacer que lo diferente sea más conocido,  a ver si de ese modo, logramos, que las personas no lo vean diferente, sino especial. Porque todos somos especiales.


Por motivos muy variados, a lo largo de la historia han existido siempre personas consideradas distintas, a los que se ha calificado de muchas maneras, como idiotas, retrasados, imbéciles, todas ellas palabras peyorativas y con sentimiento de rechazo, que aún podemos oír en la vida diaria, y que no hace más que demostrarme como es una persona que habla a sí de otra por el mero hecho de ser diferente, como si las personas que pueblan el mundo fueran superhombres, o supermujeres perfectos/as.





Y es que aún en este siglo, no estamos tan desvinculados de lo que fue el siglo XVI, en el que la mayoría de las personas consideraban la deficiencia, como fruto de causas ajenas al hombre, los que padecían esta deficiencia eran considerados como demonios, y eran aceptados por caridad, o simplemente se les rechazaba, practicando incluso infanticidios (algo que debió ser horrible para las madres que querían criar a sus hijos y que les eran arrancados de sus brazos para asesinarles).

Y esto me lleva a pensar en una fábula que he leído hoy en uno de los blogs que sigo, hablaba de un León que quería comerse a una Luciérnaga, y esta última le pregunta el motivo, a lo que el León responde que, odia verla brillar. Esto es exactamente lo que siento yo cuando veo que alguien rechaza a las personas que son diferentes a ellos.  Se tiene tanto miedo a lo desconocido que a veces se prefiere abrir la boca y comer lo que nos diferencia, con el fin de no "dejarles brillar".

Os dejo esta pregunta para hoy. ¿Por qué se huye de lo diferente? ¿Por qué no dejamos brillar a las personas? ¿La respuesta es el miedo a lo desconocido?

Iré dejando diferentes entradas sobre las distintas discapacidades con el fín de que las conozcamos mejor.  A ver si damos una nueva luz para que el mundo brille en lo especial.




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