Isemay- Parte 1.11 VIVO

 -                            Bienvenido a Summerhild, Lord Osmar- le habló la voz- espero que mis hombres no le hayan tratado muy mal- se acercó al joven.
-                            ¿Quién es usted?- preguntó este incrédulo y la voz le falló a causa de la sequedad.
Cuando sus ojos comenzaron a relajarse y se acostumbraron a la luz, vislumbró la figura de un hombre alto y corpulento, al que no reconocía en absoluto, y cuyos colores no pertenecían a la zona.
No sabía cuantos días llevaba encerrado en aquel lugar, y tampoco donde le habían trasladado, pero aquel que se hubiera atrevido a capturar al Halcón Negro, o era realmente estúpido, o no le importaba morir. Osmar no estaba de acuerdo con muchas de las leyendas que se le otorgaban, pero eran ellas las que le daban un aspecto tan devastador para sus enemigos, incluso les impedía meterse con él por miedo o terror a perder la vida en el intento. Era mejor ser su amigo, que su enemigo, y si se elegía la segunda opción, más valía tener un ejército lo suficientemente numeroso como para acabar con el suyo, cosa que hasta ese momento, no había encontrado, ni dentro, ni fuera del país.
-                            ¿Quién es usted?- volvió a preguntar.
-                            Las preguntas las hago yo- contestó secamente la voz. 
Los hombres de Halcón eran temibles en todos los lugares, pueblos y aldeas, las mujeres suspiraban por ellos y aun así huían (...) por miedo a ser blanco de sus irás. Aquel que traicionaba al Halcón Negro, no vivía lo suficiente para disfrutar la riqueza obtenida a cambio.
-                            Aún así- prosiguió la voz- no puedo creer que no recuerdes al hijo del gran enemigo de tu familia, Halcón Negro- le habló con desprecio al pronunciar sus últimas palabras.
-                            ¿Lord Wilde?- preguntó atónito Osmar.
-                            El mismo- sonrió este mostrándole un conjunto de dientes amarillentos.
-                            Os desterraron hace años- se informó más para sí mismo que para el hombre que estaba frente a él- no podéis volver a pisar las tierras de nuestro rey, es traición.
-                            Tu rey, querrás decir, Halcón- le sonrió de nuevo y se volvió para ordenar a uno de sus hombres que iluminara una de las antorchas de la pared- pero yo no entré en sus tierras, tu llegaste a las mías. 
-             Me secuestraron- intentó moverse- no llegué aquí por propia voluntad.

Comentarios

EldanYdalmaden ha dicho que…
Aiba, esto se complica. Un viejo enemigo.
Tamara ha dicho que…
¿Qué es una novela sin enemigos? Jajaja

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