Engañarte es tontería

Aquí os dejo una poesía, que escribí hace mucho tiempo, espero que os guste:

Quiero sorber de ti los pedazos de alma que te queden libres,

Quiero entregarte amor, una vida llena de pasión sin límites,

Como me gustaría atragantarme con tu piel,

Me encantaría cerrar los ojos y ver el amanecer,



Es algo intenso, esto que yo siento,

Es algo que me pide que te ame, y lo entregue todo por ti,

Pero a la vez es algo que me impide llenarme completamente de ti,

Quisiera soñar que si levanto por la mañana, y abro los ojos estarás ahí,

Quisiera ver que si el sol no sale, serás tu quien me lo traiga,


Pero lo único que veo son pedacitos rotos de miles de recuerdos,

Puñados de miedo, de pánico y terror, por no tener jamás lo que ahora tengo.

Quiero cerrar los párpados, húmedos de llorar,

Y ver que el escozor de mis ojos ha servido de algo.

Quiero ahuyentar el dolor, decirte que no hay temor al futuro, pero es incierto.


Como duele la pesadilla de pensar, que te tengo y te estoy perdiendo,

Duele por no saber, como ponerle remedio.

Voy a cerrar los ojos y abrirlos otra vez mañana.

Voy a agarrarme el pecho y pedir por favor que no te vayas.



Mañana será otro día, mañana me abriré a la vida,

Mañana voy a coger, pedazos de mi futuro incierto,

Y los pegaré con tiritas, porque mi amor, sin ti, yo me muero.

Muero por ambas partes, muero porque te quiero, muero porque te tengo.



Pero muero más aun, por lo mucho que te anhelo.

Me gustaría que con estos versos, que si, que yo me los he buscado,

Pudiera arrancar de mi alma, lo que dentro de mí he anidado.

Quisiera coger este puñado de palabras, y sacarte de mi vida,

Pero no es fácil, no lo es, cerrar los ojos, y que aparezcas en cada sueño.


No lo es, que vengas a mí con tu carita de niño bueno.

Si fuera tan sencillo, arrancarte de este maltrecho corazón sin pensarlo,

Te aseguro… lo pienso pero no es cierto,

Te aseguro que cerraría los ojos y te seguiría viendo.

No se que hiciste para meterte en mi vida,

Maldito niño, con tus vaqueros ceñidos, tus músculos de gimnasio,

y esos preciosos ojos verdes, apareces y te crees que no puedes convencerme.



¡Madre!, cuanto daría, por no haberte conocido,

aunque en el fondo sé, que tan solo son palabras,

que me duele lo que escribo, y solo porque te quiero.


¿Cuándo aparecieron en mi vida,

esas miles de mariposas que revoloteaban en mi estómago al verte?




¿Cuándo llegue a amarte, más que a mi misma pobre suerte?

¿Quien te dio permiso, para escupir en mis promesas?

¿Quien, en definitiva, te dio la llave de esa puerta?

No se porque apareciste, ni siquiera donde, no porque,

Pero si sé que has envenenado mi alma y mi vida, con tus besos.

Besos que anteriormente robaste a otras.

También sé, que una vez dentro de mí, cerraste esa puerta y dime,

¿Dónde está ahora la llave para sacarte de mi mente?

No se porque escribo esto,

Solo sé, que mientras muevo mi mano, esculpiendo mi alma en palabras,

Mi corazón me grita, que no te olvidaré.

No tengo nada que decirte que tú ya no sepas,

No tengo ganas de cerrar los ojos y mirar esa puerta.

La puerta que un día cogiste para entrar y delante de la cual, yo estoy sentada.

Y ando buscando la llave para escapar de esto.

No quiero amarte y lo sabes,

No es plato de buen gusto el dolor,

Pero dime, enano mío, ¿Dónde ato a mi corazón?

Mañana abriré los ojos, y a la noche los volveré a cerrar.

Y de catorce años, llegue a los veinte,

con esos besos robados, esas miradas cómplices,

y ese vacío tan inmenso que nadie podrá llenar.

Soy cruel, lo sé, más me puede la razón,

Jamás llegaran a amarte, como hoy te amo yo.

Me han faltado muchas cosas, mejor que tu nadie lo sabe,

Más nunca he pedido nada, que tú no debieras darme,

Y muestro hoy mis sentimientos, es este sucio papel,

Lleno de mierda por pensar,

que lo que no me has dado, yo misma me lo he buscado.

Te dejé entrar en mi vida, y muy lista me creía,

Y ahora no podré perdonarme el dolor que he llegado a causarme.

Te quiero, lo sabes, más no tomes en serio mis palabras,



Más que lo que yo misma te he dado.

Bien sabes que te odio, y te quiero al mismo tiempo,

Y ese es el motivo de que tus besos se perdieran en mis recuerdos.

Entrégame, las ansias de vivir enamorado,

y será entonces cuando yo olvide el pasado.

Mientras tanto te seguiré amando, pues aun por estas pequeñas cosas,

No concibo vivir, si tú no estás a mi lado.

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