Peñalara 3
Y seguimos con nuestros recuerdos de peñalara, hoy tengo uno que me emotiva, a la vez que me hace traer cosas hermosas a la mente.
Cuando era pequeña, y subía con mi padre hasta la cima de la montaña, mientras mi madre se quedaba abajo esperando con mi hermana, demasiado pequeña para subir, y con el resto de excursionistas que iban a pasar el día en el campo pero no a escalar. Bueno, mientras eso ocurría, mi padre, mochila al hombro, y sujetándome de la mano, guiaba el camino tirando de mí, con mi chache siguiéndonos de cerca.
Era tal mi pasión por llegar hasta la cima, que aunque algunos se quedaban a medio camino, y podía haberme quedado con ellos, mi padre nunca dejaba de empeñarse en que arriba estaba lo más bonito, así que cuando mis pequeñas piernecitas ya no podían más, me subía a sus hombros, y yo, apoyaba mi cabeza sobre su cabeza para que las ramas de los árboles no me arañaran la cara, y desde ese lugar, tan privilegiado, veía toda la montaña, sus vistas, todo.
Me encantaba decir que había llegado hasta arriba, y mi padre jamás me quitaba la ilusión explicando que me había llevado en brazos, eso era un secreto entre los dos. Si os fijáis en la foto anterior, veréis, que más que senderismo, era escalada jajajaja.
Ahora, muchas veces, cuando llegó allí, envidio esos momentos que compartíamos y que eran de los dos, pero claro, ya no puede subirme a hombros hasta la cima jejejeje.
Comentarios
Un besito guapisima y que recuerdos mas lindos!
Mi marido lleva a Candela siempre a hombros y ha llegado incluso a quedarse dormida,jeje.
Un beso, muy bonita tu entrada cariño.Amelia.
Un besazo.
Dile a tu marido, que Candela lo recordará jejejeje. Son sus momentos.
Me alegro de que te gusten los recuerdos... Que será de peñalara, con sus cumbres nevadas, enseñaré a mis hijos eso, y bueno, su abuelo tendrá que hacerles barquitos... Es lo que tienen los nietos jejejeje... Cuando los tenga...
Un besazo.