El amigo que nunca tuve 5
Su madre había gastado el poco perfume que le quedaba en el frasco para echárselo al peluche, olía tan bien, la recordó otro tiempo, cuando ella se levantaba temprano por la mañana, se vestía y echaba ese mismo perfume para ir a clase, volvió a sonreír de nuevo, que bonitos recuerdos… Pero, la nostalgia la embargó de nuevo, no podía permitirse sonreír, soltó al peluche sobre la cama, y pensó bien las cosas, ese peluche era feo y bastante antiguo, debería dejarle descansar en paz de una vez, se lo regalaría a alguien, o lo tiraría a la basura… Pero…
Así, lavadito y con buen olor, hasta parecía que tenía ganas de vivir, ella no era quien para negarle eso, al menos él, no sentía ya dolor.
- ¿Por qué gastaste el perfume?- Le preguntó a su madre sabiendo que seguiría en el umbral de la puerta sin decir palabra, observándola en sus pensamientos.
La pequeña llevaba años viendo ese bote de perfume casi vacío. El día que le dijeron que había enfermado, ella llevaba ese perfume, y bueno, después de ese día jamás se lo volvió a echar, para qué desperdiciar un perfume en ella, no tenía sentido.
- Pensé que dejó de gustarte ese perfume- le contestó su madre.
- No merece la pena malgastarlo en la gente enferma, ese perfume sienta mejor a los demás.
- Hija mía, estar enferma, no es sinónimo de estar muerta- le contestó su madre- y tampoco es sinónimo de no hacer las cosas que te gustan.
- Yo creo que sí lo es, ¿Qué sabrás tú?
Sé que decidiste vivir, que eres fuerte y una luchadora, pero, se te olvidó que la vida no sirve sin alegría. Le estás devolviendo la vida a este peluche, si tienes fuerzas para él, tienes fuerzas para ti.
Comentarios
Besos.
PD. Tienes algo para ti en mi blog:)
Un poco amargada si que esta, pero es que no es lo mismo sobrevivir que vivir, creo yo.
Un besazo.
Un besote cielo
Voy a por otros dos ahora que tengo un ratillo, jejeje
un besote