Isemay 42.9
La herida de flecha era causa probable de muerte, y más si esta iba
envenenada, la extracción era casi más dura que la propia muerte por eso se
optaba por dejar morir a los heridos al menos que fuera de fácil acceso
extraerla, pues quien no moría por la herida, lo hacía por la hemorragia que
provocaban al desgarrar la carne para extraer la flecha.
-
Sálvale- grito angustiada a su hermano que no parecía
querer moverse- Sácasela- le pidió por favor una y otra vez intentando
acercarse a él.
-
Ven- la dijo su esposo finalmente estirando la mano
hacia ella para que se acercara, ya que sabía que de otro modo sus hombres no
la dejarían.
Isemay se acercó a él mientras sus lágrimas caían por sus ojos, vio a su
esposo palidecer y contraerse ante el dolor, y no podía hacer nada, era
desesperante ver morir a un ser querido y sentirse tan indefensa. Uwuain se
movía de un lado hacia otro arrancando las mangas de su camisa para taponar la
herida, pero la sangre salía tan rápido que la tela se empapaba muy rápido y
tenía que sustituirla por otra.
-
¡El chal, Isemay!- le oyó gritar, como si estuviera muy
lejos- ¡Dame el chal!
Rápidamente ella se había quitado el chal y se lo había entregado.
-
Hazlo- oyó susurrar a su esposo que no dejaba de
mirarla a los ojos.
-
Morirás- fue la contestación de su hermano.
-
Pues sácala de aquí- pidió de nuevo sin dejar de
mirarla- Te amo- la dijo casi sin poder pronunciarlo.
Comentarios
Besotes!
Abrazos.
un besote más
Ion, lo mismo si, quien sabe... Un besazo.
Dany, tu lo de la niña lo principal jejejeje. Un besazo.