Isemay 42.13


            
Su esposo grito con todas sus fuerzas e incluso abrió los ojos para ver quien le estaba sometiendo a semejante tortura, cuando vio que ella iba a rociar otra vez con alcohol la herida, intentó sujetarla las manos y comenzó a moverse.
-                            Estate quieto- le pidió ella- confía en mí- le pidió dándole más bebida para que se mantuviera inconsciente- me debes mucho, no pienso dejarte morir.
-                            Aquí está el cuchillo- Grito uno de los criados que llegaba con él.
-                            Uwuain, saca la flecha- le indicó a su hermano.
-                            ¿Estás segura?
-                            Aún nos queda mucho por vivir- Fue su contestación.
-                            ¡Sujetarle!- pidió Uwuain antes de comenzar a tirar de ella, y ver como la carne se desgarraba a los lados de la flecha.
-                            ¡Ahora!- grito Isemay para que el criado pusiera el cuchillo ardiente sobre la piel de su esposo que comenzó a gritar con todas sus fuerzas.
Hicieron falta otros tres hombres para sujetarle antes de que Osmar perdiera completamente el conocimiento, pero la hemorragia había cesado, la herida se había cauterizado.

Comentarios

EldanYdalmaden ha dicho que…
Si gritaba es que estaba vivo y con fuerzas para gritar, no creo tenga ganas de morir tan pronto este chaval.
Saludos seño.
Tamara ha dicho que…
Pues se ve que no tiene ganas de morir no jejejeje. Un besazo Dany.

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