Isemay 43.3
Dos semanas después, Osmar había abierto los ojos con mucha dificultad, y
la había observado rezar a su lado en la cama, no sabía porque, pero él sabía
que ella estaría junto a él, tenía la mano de él entre las suyas y parecía
hablar con los dioses sobre su futuro.
-
Devuélvemelo- la escuchó decir- prometo perdonar las
cosas que hizo, necesitaré tiempo, pero lo haré, no puedo soportar verlo en
este estado- sollozaba contra su mano.
-
Yo odio verte llorar- consiguió decir él con mucho
esfuerzo.
Ella levantó la vista y vio sus ojos mirándola, tenía elección, podía
salir corriendo ahora que él estaba recuperado o intentar tener un nuevo futuro
con él, con un antes y un después.
-
No vuelvas a dejarme sola- le dijo esta vez sin
reproches.
-
No pensaba hacerlo- dijo él de nuevo con dificultad.
-
Te perdono- le explicó mientras las lágrimas caían por
su mejilla.
-
Lo sé- la sonrió con dolor cuando una punzada llego
hasta su estómago.
-
Pero no vuelvas…
-
No pienso dejarte sola nunca más, tengo tantas cosas
que decirte- trago de nuevo.
-
Empezaremos de cero- le explicó ella.
-
Nos casaremos de nuevo- la dijo él- Empezaremos bien.
-
Está bien- sonrió ella.
-
Ven conmigo- tocó la cama a su lado para que se sentara
cerca de él.
-
¿De verdad pensabas dejarme marchar?
-
Iba a enamorarte de nuevo- la explicó abrazándola.
-
Por un momento, pensé, que ibas a dejarme sola.
-
Ni en tus mejores sueños, dama mía- sonrió a pesar del
dolor.
Y así fue como permanecieron la mayoría del tiempo, mientras Osmar se
recuperaba, Isemay no se movió de su lado. Olaft dormía allí con ellos, les
entretenía durante el día y les mostraba las cosas nuevas que Uwuain le
enseñaba por la tarde.
Comentarios
Saludosss.
un besazo Dany.