Una nueva vida- Capítulo 8.6
José no cenó apenas esa noche, su padre tenía razón, debía olvidarla, pero no podía y menos ahora que tenía una mínima esperanza de que ella podía estar viva. Se casaría pues no quería deshonrar a nadie pero tenía que encontrarla, al menos, encontrarla para saber que estaba bien, que su herida se había curado, que volvía a sonreír... pero a quien intentaba engañar... lo que él quería era saber si ella se acordaba de él, que pensó cuando se despertó, que había sido de ella, después de un año...
A la mañana siguiente Ascra se reunió con José en la plaza, estaba deseando ir por primera vez a las uvas, debía ser maravilloso, a Radians también la había invitado pero ella había decidido ir a adelantar trabajo en la recogida del café, para así poder marcharse antes al día siguiente, ya que tenía que ir al médico a hacerse una revisión. Aunque Ascra había estado en la hacienda, desde tiempo atrás, su esposo nunca había llegado a tiempo para la celebración, y las mujeres solas no podían asistir.
— Esta cambiada- le dijo José a Ascra al verla tan arreglada.
— Jeje- rió ella- no estoy cambiada, solo que estar limpia y más agradable me hace estar diferente, mi marido me avisó ayer por un telegrama que volvería para dentro de dos días, y ya tengo ganas de verle, le echo de menos cada vez que se va.
— Su hija también estará feliz, su padre vuelve
— Por supuesto, Radians le quiere mucho.
— Todos los hijos quieren a sus padres
— Es cierto, pero nuestro caso es especial.
— Perdóneme no era mi intención sacarle algún tema incómodo- dijo al ver que ella guardaba silencio- ¿Con quién ha dejado a su pequeña? Me hubiera encantado que la hubiera traído.
— Usted habla de ella como si tuviera diez años y todavía fuera una cría.
— ¿No es pequeña?, ¿qué edad tiene?
— Radians, tiene diecinueve años, mi pequeña, ya sabe cuidarse sola.
— Disculpe, hubiera creído que como usted es tan joven no tendría una niña tan...
— Mayor- terminó Ascra la frase
— Si, mayor
— No soy tan joven, tengo ya pasados los cuarenta- rió
— ¿No tiene usted más hijos?
— No, solo una.
Continuara...
A la mañana siguiente Ascra se reunió con José en la plaza, estaba deseando ir por primera vez a las uvas, debía ser maravilloso, a Radians también la había invitado pero ella había decidido ir a adelantar trabajo en la recogida del café, para así poder marcharse antes al día siguiente, ya que tenía que ir al médico a hacerse una revisión. Aunque Ascra había estado en la hacienda, desde tiempo atrás, su esposo nunca había llegado a tiempo para la celebración, y las mujeres solas no podían asistir.
— Esta cambiada- le dijo José a Ascra al verla tan arreglada.
— Jeje- rió ella- no estoy cambiada, solo que estar limpia y más agradable me hace estar diferente, mi marido me avisó ayer por un telegrama que volvería para dentro de dos días, y ya tengo ganas de verle, le echo de menos cada vez que se va.
— Su hija también estará feliz, su padre vuelve
— Por supuesto, Radians le quiere mucho.
— Todos los hijos quieren a sus padres
— Es cierto, pero nuestro caso es especial.
— Perdóneme no era mi intención sacarle algún tema incómodo- dijo al ver que ella guardaba silencio- ¿Con quién ha dejado a su pequeña? Me hubiera encantado que la hubiera traído.
— Usted habla de ella como si tuviera diez años y todavía fuera una cría.
— ¿No es pequeña?, ¿qué edad tiene?
— Radians, tiene diecinueve años, mi pequeña, ya sabe cuidarse sola.
— Disculpe, hubiera creído que como usted es tan joven no tendría una niña tan...
— Mayor- terminó Ascra la frase
— Si, mayor
— No soy tan joven, tengo ya pasados los cuarenta- rió
— ¿No tiene usted más hijos?
— No, solo una.
Continuara...
Comentarios
Tiene que indagar más, preguntarle más cosas a Ascra
Besos
Vai indo muito devagar!
Sempre ansiosa, fico a aguardar!
Parabéns.Vai muito bem.
Beijinhos
Beatriz
Besos