Una nueva vida- Capítulo 18.3
José y Ascra subieron al coche y volvieron a la residencia, Flor les abrió la puerta y Mateo salía a recibir a Ascra, después Mateo la acompañó a ver a Radians, junto con José, pero cuando llegaron a la habitación y el médico les comentó que necesitaba descansar y que a la mañana siguiente verían lo que hacían, Mateo cogió del brazo a José y le sacó del cuarto.
— Deberías ir en busca de tu prometida o mandar a que alguien la recoja- le comentó Mateo
— Tienes razón, hablaré con el cochero, diré que vaya a buscarla y que la traiga.
— ¿Piensas que ella es un juguete, hijo?
— ¿Cómo dices?- preguntó ofendido
— Si, la manejas a tu antojo, la ordenas quedarse en casa mientras tú lo pasas bien, la prohíbes acompañarte cuando sales
— Padre, tengo asuntos que resolver
— No cambies de tema, te recuerdo que es tu prometida y que estas aquí para estar con ella, no para atender ningún asunto
— Padre, voy a mandar a alguien a buscarla, no se preocupe más.
— Mi señor- indico Flor- la señorita Lidia ya está aquí, la trajo un hombre del pueblo
— Agradécele que la haya traído- agradeció Mateo.
— Si agradéceselo-comentó José
— Es Eduardo, su caballero-comentó Flor a Mateo- dice que si puede subir a ver a Radians
— Dile que está descansando- contestó José rápidamente- que ya se le avisará cuando pueda verla
— Querido Mateo- se acercó Lidia que subía por las escaleras y le beso en la mejilla- ¿qué tal se encuentra?
— Yo, perfectamente, Lidia, ¿lo pasaste bien?
— Si, estupendamente, pero cuando desperté José ya no estaba, me indicaron que había surgido una urgencia, ¿qué ocurre, mi amor?- dijo dirigiéndose a José
— Radians tuvo un accidente, pasara aquí unos días, ¿te importa?- le pregunto José
— No, no hay problema, ¿qué tal esta?- comentó Lidia, preocupándose por la salud de Radians
— Está en mi cuarto, debe descansar, ahora sus padres están con ella y el médico acaba de retirarse.
— Pido permiso para pasar luego a verla
— No hace falta- comentó José- mañana pasaras a verla, el médico ha dicho que no despertará hasta mañana, la medicina que la ha dado hará que duerma toda la noche
— Bueno parejita- comentó Mateo- debo marcharme, tengo asuntos que me llaman al deber. Con permiso- dijo Mateo y se retiró
— Pareces preocupado por esa mujer- comentó Lidia- supuse que estarías con ella, porque cuando desperté ella tampoco estaba, por cierto, mi amor, fui al bar de un tal Alfonsete a tomar algo con Amadeo y Micaela y con Eduardo, que hombre tan amable, me acompañó hasta aquí, pero me trajo en un coche alquilado, deberías pagarle aunque fuera el trayecto
— Mandare un mensajero a pagárselo, estate tranquila, le dije que correría con todos los gastos, no pienso permitir que te ocurra nada
— Me parece extraño, me dijo que subiría a ver a Radians, yo no sabía que eran tan amigos, pero no para de hablar de ella, yo creo que entre ellos hay algo, pero bueno, ¿qué la ocurre?
— Nada, no te preocupes, pero tendrá que quedarse aquí
— Ya me lo has dicho mi amor, pero, ¿por qué?
— Lo que la ocurrió fue culpa mía- dijo rápidamente
— ¿Qué ocurrió?
— No tengo tiempo para contártelo, ¿deseas descansar o quieres algo de comer?, ve a la cocina o pídeselo a alguien, aunque mira, si quieres entretenerte puede salir a pasear por el jardín, hay flores que puedes recoger
— Gracias mi amor- dijo secamente pues José se comportaba muy borde con ella
— Si me disculpas, tengo que atender asuntos.
Se que los post están siendo un poquito más largos pero la verdad es que es la única manera de no cortar las conversaciones a medias, espero no aburriros.
Comentarios
Al final le tendra que confesar la verdad, jejeje no se va a escapar.
un besote
besos
Não nos aborreces nadas.Muito antes pelo contrário:prefiro episódios mais longos.
Está um livro muito bem escrito.
Parabéns
Um beijinho
Beatriz
Besos