Una nueva vida- Capítulo 30.3


José andaba a través del humo y entonces lo vió, la puerta de la habitación de Radians estaba cerrada, alguien había puesto una silla atrancando la puerta del cuarto, aunque ella hubiera intentado salir no hubiera podido, ahora se lamentaba de no haberse dado cuenta de que Radians faltaba, decía que la amaba pero no había echado de menos su presencia, intentó apartar la silla, que comenzaba a deshacerse y se pegaba al pomo, la silla quemaba demasiado así que le pegó una patada y ésta se partió, los aldeanos ya echaban agua con las mangueras y con cubos, José abrió la puerta de la habitación de otra patada y miró a través de la densa cortina de humo que cubría la habitación y allí, al lado de la ventana, estaba Radians, tirada en el suelo, medio arropada con una sábana, se acercó a ella y la cogió en brazos, antes la miró y observó que aún respiraba tenía que sacarla de allí.

Salió de la habitación pero el fuego obstruía el pasillo, debía salir por algún lado, entonces reparó en la ventana, saldrían por allí, la agarró en brazos y la pegó más contra su pecho, parecía una pluma, no pesaba nada, José se acercó a la ventana y miro a través de ella, el lago estaba lleno pero alejado de la ventana aunque si saltaba con fuerza tal vez caería en él, se separó de la ventana y no se lo pensó, ya que el fuego comenzaba a entrar en la habitación, cogió carrerilla, después saltó, sin soltar ni un momento a Radians de su lado, ambos cayeron en el agua. 
 Radians notó un fuerte golpe de agua en la cara, José la sacó del agua y la tumbo en el suelo mientras la miraba, la golpeaba la cara para que abriera los ojos, pero esta no los abría, ni siquiera hacía la intención de abrirlos, ya que no movía ni los parpados. La golpeó dos o tres veces, eran golpes que no dejarían magulladuras pero quería que se despertara, la movía la cabeza pero ni aun así se despertó, el agua resbalaba por su cuerpo, tal vez necesitaba que el aire entrara a sus pulmones y José recordó que debía darle aire con su boca, José comenzó a asegurarse de que las prendas de Radians estaban flojas y dejaban que respirara.
            Colocó a Radians boca arriba con la cabeza hacia atrás, la tapó la nariz con el índice y el pulgar y le insufló aire en sus pulmones por la boca. La observó el tórax y notó como sus pulmones se llenaban y vaciaban a continuación, repitió esto más de una vez pero Radians seguía sin responder.

Comentarios

yessykan ha dicho que…

Te gusta torturarnos, cierto Tamara? =)
Valla chapuzón! Y ni así respondió Radians. Espero que no le haya pasado algo mas grave.
Besos
CHARO ha dicho que…
¡Jolín! que me has dejado muy angustiada......mañana seguro que comenzará a respirar.Besicos
J.P. Alexander ha dicho que…
Uy ojala se salve Radians. Te mando un abrazo
Mela ha dicho que…
Estoy segura de que Radians se recuperará... y esta vez ha sido José quien la ha salvado ;-)
Besos

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