Una nueva vida- Capítulo 32.1
Radians empezó a
ver después de varios días que lo que más la interesaba es que el entrará por
la puerta, para decirle, aunque solo fuera en un susurro.
—
Me vuelve el dolor
—
Lo se- la sonreía José, quitándose la camisa
empapada de sudor y dejándola en un rincón hasta que alguna de las criadas la
retiraba de allí.
—
Duele cada día más- le sonreía
—
Lo sé, la herida va cicatrizando y es normal,
respira hondo mientras te limpio intenta no gritar hoy- la guiñaba el ojo y
mientras la curaba la contaba lo que había hecho durante el día y como iban
fuera las tareas- hoy me he levantado temprano, te he visto dormir tan apacible
que no he querido despertarte para despedirme, ¿me perdonas verdad?- eso lo
repetía durante todos los días- después he estado mirando los muebles que los
carpinteros van haciendo- y continuaba hasta que terminaba de curarla, después
la daba de comer y la pedía que descansara.
Cuando el sol
volvía a caer José volvía a curarla las manos y la susurraba palabras bellas
mientras la decía que descansara que el no se movería de su lado.
Pasada una
semana, las habitaciones ya estaban pintadas ya que había más de cien hombre
trabajando y las cortinas y las puertas estaban colocadas en su sitio, caída la
tarde del final de la segunda semana, comenzaron a colocar los muebles que los
diez carpinteros del pueblo iban construyendo parecidos a los anteriores
mientras Hanna les indicaba como hacerlos, José fue a ver a Radians como todas
las tardes y la dio de comer, las heridas ya estaban cicatrizando y fue a
consultar con el doctor que debía hacer ahora, el doctor le explicó que él se
encargaría de explicarle a Radians lo que eran las quemaduras y como se la
podía quedar la piel, para que no se llevara una decepción al ver sus manos.
Esa misma tarde el doctor fue a ver a Radians,
José estaba con ella pero cuando llegó el doctor, salió de la habitación, era
mejor dejarlos solos.
—
Hola pequeña- la sonrió el doctor- ¿qué tal te
encuentras?
—
Las heridas ya no duelen tanto- le confió- y
todo gracias a José
—
He venido a explicarte algo, las heridas ya están
cicatrizadas y pronto se te retiraran las vendas
— ¿Qué ocurre doctor?- preguntó Radians temiendo que a
sus manos les hubiera pasado algo
El doctor explicó
a Radians lo que eran las quemaduras y que algunas dejaban marcas de por vida,
también que esperaba que a ella no la ocurriera eso pero no debía asustarse si
pasaba.
—
Es probable que queden algunas cicatrices, pero
en principio, será bueno que le echemos lavanda, es una planta que actúa como
calmante teniendo así, propiedades medicinales.
—
Esta bien- y llamó a Flor para que buscara ese
tipo de planta.
Otro capítulo cortito, mañana más.
Comentarios
Besos.
Besos
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