Una nueva vida 50


Al día siguiente Radians esperó que Lord Marcus fuera a visitarla. A Radians la despertaron pasadas las once, pero nadie excepto José estaba en la casa, Radians bajo al salón después de vestirse, ya no tenía por qué evitar el contacto con José, al revés, cada vez quería verle más, pero tenía que empezar a pensar que pronto le vería con otra y que ellos solo serían amigos.

— Radians- la saludó José levantándose de su asiento y la dio un beso en la mejilla- he venido a invitarte a que demos un paseo, pero ya veo que dormiste muy bien esta noche y que no querrás dar el paseo conmigo

— La verdad, es que esperaba visita, Lord Marcus me dijo que hoy vendría a visitarme.

— Querida- le dijo Roller- creí que te lo comente anoche, Lord Marcus mando una carta disculpándose de no poder venir hoy

— En ese caso, desayunare y saldré a dar una vuelta por el jardín

— Yo tampoco he desayunado- mintió José- podemos desayunar juntos en el jardín, ¿qué te parece?

— Yo, prefiero desayunar en mi cuarto

— Hermana es muy poco decoroso que un hombre desayune contigo en tu cuarto, además debes hacer compañía a José yo tengo asuntos que atender

— Esta bien, Mary- dijo a la criada- lleva dos desayunos al jardín- dijo y se dirigió hacia el jardín, con la mano de José apoyada en su cintura, aunque intento zafarse

— Hace un día espléndido- la comentó mientras la tomaba más fuerte de la cintura y la estrechaba contra si

— En verdad, es un día bueno para pasear, lamento que Lord Marcus no haya venido ¿dónde ha dejado a Lady Ana?

— Tengo que hablar contigo sobre eso- dijo al ver que esa clase de preguntas eran de una mujer celosa

— Será más tarde, tengo que prepararme para las fiestas de la semanas próximas- dijo levantándose y marchándose de su lado

Así una fiesta llevo a otra, José iba por las mañanas a verla y la acompañaba a salir, a la ópera, siempre acompañados de Roller, bailaba con ella en las fiestas, poco a poco José se deshizo de la atención de Lady Ana y Lord Marcus comenzó a acompañarla a menos bailes.

Había pasado un mes desde el día en que se prometieron, José había visto como su prometida, se marchaba y disfrutaba con otros hombres, coqueteaba con ellos y les sonreía, intentaba hacer caso omiso de sus pocas atenciones hacia él pero cuando regresaba a su casa de noche parecía insoportable la idea de que ocurriera eso, que estuvieran prometidos y él no pudiera tenerla para sí.

Comentarios

Mela ha dicho que…
Creo que la falta de comunicación que existe entre José y Radians es un grave error que puede pasarles una factura muy alta
Deberían hablar y ser sinceros
Besos
J.P. Alexander ha dicho que…
Uy veamos si alguna vez esa pareja se pone de acuerdo Te deseo una buena semana

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