Una nueva vida 54.2

 
José la observó cómo se tocaba la cabeza y deseo aliviarla todo ese dolor, él la había causado todos esos daños y quería de verdad que no volviera a ocurrirla nada. Deseaba fervientemente protegerla y que nada más la dañara.

— Ayúdame a ir hasta el salón- le dijo Radians- y si me hace otro favor, tráigame un vaso de agua de la nevera o un refrigerio, se me pasará en seguida- sonrió al ver la cara de preocupación de José

— Lo siento- dijo este cuando se marchaba en modo de disculpa pero Radians no lo pudo oír.

Pocos minutos después apareció con el vaso de agua y con una pieza de fruta para que ella comiera algo, la observó beber y espero a que se comiera la manzana, después fue a dejar el vaso de agua en la cocina y tirar el hueso de la fruta. 

Cuando regresó Radians apoyaba la cabeza sobre sus manos, la ayudó a incorporarse y la cogió en brazos para llevarla hasta uno de los sillones del salón, donde la tumbó y se sentó a su lado mirándola y pasando uno de sus brazos alrededor de su cuerpo.

— Radians- le dijo después de acomodarla en el sillón- quiero decirte algo sobre lo de hoy, tu no fuiste culpable de nada, él único culpable fui yo- se interrumpió presa de los remordimientos- lamento todo lo que hayas tenido que pasar estos meses, pero te aseguro que si me hubiera enterado antes lo hubiera remediado.

Mañana os dejaré el vídeo de manualidades pero volvemos el día 9 con la continuación de la historia, gracias por seguir aquí ;-)

Comentarios

J.P. Alexander ha dicho que…
Uy es un buen comienzo te mando un beso
Mela ha dicho que…
Yo creo que el arrepentimiento de José es muy sincero... a veces dañamos a quienes más queremos porque somos humanos y nos equivocamos
Besos

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