Una nueva vida 54.5



Esa noche Radians lo pasó muy mal, estaba prometida con el hombre al que amaba, pero él no la amaba a ella, solo la deseaba, pero para ella eso no era suficiente, jamás le diría que le amaba, pues entonces él jugaría con sus sentimientos, José era el hombre que más conocía sobre su vida, la conoció antes de que ella fuera a la hacienda, pasaron muchas tardes juntos, después estuvo con ella en la hacienda, lo sabía todo de ella, ahora la conocía también en la nobleza, con dinero.

Tal vez casarse con él era lo mejor, él la conocía, sabía y conocía como era temperamento, sus gustos. Además José había hecho mucho por ella, la había cuidado cuando ella estuvo enferma, la acompañó cada noche cuando deliraba, la prometió estar con ella siempre y al parecer era cierto. Ahora estaría con ella siempre, día y noche, toda la vida.

José tampoco había pasado una buena noche, cuando llegó a su casa había intentado dormir, pero no lo había conseguido, la conversación mantenida con Radians le había llegado muy hondo, además, le encantaba que ella no fuera a poner pegas para casarse, no la había pedido suficientes perdones por lo que hizo y se prometió que lo haría en cuanto tuviera la oportunidad.

Estaba seguro de que ella no lo amaba, por eso él no se lo había dicho, pero había mentido en la pregunta que le hizo de porque se casaba con ella, él sabía que no solo era porque la deseaba, aunque esto era cierto y la deseaba tanto que le llegaba hasta a doler, pero él sabía que también era porque la quería, porque no deseaba que ningún otro la tocara, porque quería tenerla en sus brazos, en su cama cada noche, quería acompañarla a las fiestas y ser el único que la pudiera agarrar de la cintura y la susurrara al oído lo que la iba a hacer por la noche.

Quería casarse con ella para toda la vida, como ella había dicho, estaba seguro de que si ella tenía hijos serían unos niños preciosos, sus herederos y además ella era hermosa por dentro y por fuera, él la había hecho mucho daño y aun así le sonreía cuando sabía que se preocupaba por ella para calmarle, pero él sabía que lo hacía solo por eso, no porque el dolor hubiera menguado.

A partir de ese día ya no tendría por qué tener más celos de nadie, ella sería su mujer y él su esposo, ahora estaba seguro de que Radians era virgen y sabía que sería feliz haciéndola mujer, le encantaría ver como gemía de deseo cuando él la acariciara y la hiciera el amor cada noche, deseando que llegara la noche siguiente para volverlo a repetir. Ansiaba el momento en que se volvería a encontrar con ella, la trataría como una reina, la convertiría en la mujer más feliz del mundo y eso que después de que volvieran de la hacienda no la vería mucho pues ella debería preparar la boda, que se haría en cuatro meses como máximo, desde ese mismo instante, aunque la dejaría elegir a ella la fecha.

Comentarios

CHARO ha dicho que…
Cada cual piensa que el otro no lo ama y eso es por no hablar con claridad.Besicos
Ana Martínez ha dicho que…
Si ya me lo imaginaba yo ji ji Espero que todo salga bien .Un biquiño.
J.P. Alexander ha dicho que…
Uy a ver como van esta parejita que nunca se pone de acuerdo . Te mando un beso
Mela ha dicho que…
Ya imaginaba que José no solo la deseaba, también la ama
Es una pena que no hablen con claridad
Besos

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