Una nueva vida 55.5


Aun recordaba el día del fuego, creyó que estaba muerta y poco a poco la desesperación le había ido en aumento, cuando fue en su busca entre las llamas solo deseaba morir con ella o salvarla, porque le daba igual vivir sino la tenía a ella junto a él y cuando ella abrió los ojos y sus respiración comenzó a normalizarse, él volvió a vivir, le había faltado suspirar de alivió, no sabía cuándo había comenzado a amarla, pero sabía que necesitaba estar cerca de ella y protegerla de todo lo malo que pudiera acecharla, incluso moriría por ella, porque sin ella no sería nada.

Sacó de su bolsillo la bonita sortija que había comprado, sortija muy cara que ningún hombre compraría a su prometida, el propietario de la joyería le había observado mientras sonreía y grababa por dentro la frase que él la había dictado, en cuanto llegara pondría ese anillo en su dedo y ya sería suya por siempre.

Cuando el cochero detuvo sus caballos en frente de la casa de Radians, José apenas se inmutó y no se dio cuenta de donde estaban hasta que el cochero le abrió la puerta y le dijo que ya habían llegado, le agradeció al cochero el viaje y le dijo que volviera a por él después de comer.

José se irritó al ver que el mayordomo le abría la puerta con el ceños fruncido y deseo decirle que estaría despedido en cuanto Radians y él se casaran, pero por otro lado entendía la actitud del mayordomo, quería a Radians y en el fondo a José le gustaba que la protegiera de ese modo, pero no que la protegiera de él.

— Thomas- le habló muy serio intentando que desapareciera el enfado que le producía esa mirada- Lady Radians me espera- y minutos después el mayordomo desapareció sin decirle nada

— Me he enterado esta mañana de que vendrías a comer- comentó Roller mientras bajaba por las escaleras- mi hermana está en el salón con Lady Lorena y su esposo, ¿pasamos?- le indicó donde estaba el salón

El salón estaba decorado con tonos melocotón, Eduardo sonreía a alguien que estaba sentado en la silla contigua, que José no veía muy bien y Lorena estaba sentada al lado de su esposo y se tocaba la tripa en un gesto protector, tal vez estaba embarazada, sonrió José para sí, la familia aumentaría mucho ese último año.

Radians se levantó de la silla al ver que Roller entraba en el salón y se acercó hacía él para saludarle con un beso en la mejilla, cuando reparó en que José venía con él.

— Roller, mi hermano preciado- se acercó Radians y abrazó a su hermano- ¿dormiste bien?, Thomas me dijo que llegaste un poco bebido, ya sabes que debes cuidarte

— Déjame vivir, chiquilla- le dijo Roller devolviéndole el abrazo a su hermana- tenía que celebrar que mi hermana se casa- la sonrió y la beso en la frente

Comentarios

CHARO ha dicho que…
Hoy nos describes una escena familiar muy entrañable.Besicos
Boris Estebitan ha dicho que…
Hermoso el encuentro entre los hermanos.
Elisa Paez ha dicho que…
Hola Tamara, he recibido un premio que me gustaría compartir contigo porque creo que te lo mereces más que yo, al fin y al cabo la escritora eres tu y no podía dejarte atrás. Puedes pasar a recogerlo cuando quieras en esta dirección:
http://recurreli.blogspot.com.es/2015/02/premio-black-wolf-blogger-award.html
Enhorabuena
J.P. Alexander ha dicho que…
Uy veamos que pasa. Te mando un beso
sabores compartidos ha dicho que…
jejeej las celebraciones antes de la boda, menudo peligro tienen algunos que no saben controlarse jajaja.
Cuidate niña, besotessssssssssss
Mela ha dicho que…
Creo que a Radians le encantará el anillo, y siento que Roller esté tan mal
Besos

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