Una nueva vida 59.4
En ese momento Radians recordó que en todos los carruajes dentro siempre había un arma y le pidió a Dolinda que ambas la buscaran, Radians era muy buena tiradora, acertaría a un hombre a más de cien metros. Cuando la encontraron, Radians colocó a Dolinda frente a ella y la pidió que se calmara.
— Está bien- le dijo a José uno de los hombres- sigan el camino, parecen de una familia importante
— Gracias- dijo comenzando a andar pero todos se pusieron a los lados del carruaje, Radians vio por fín la cara de José cerca de su ventanilla, la miró y la sonrió para calmarla.
El resto del viaje surgió sin incidencias, incluso Radians guardó el arma donde había estado antes y Dolinda se quedó dormida en el sillón de al lado. Minutos después oyeron voces de los aldeanos del pueblo que se acercaban a ellos gritando.
— Mateo- grito Matías y Radians distinguió la voz de su amigo- ¿habéis tenido un viaje sin incidencias?
— La verdad es que nos encontramos a unos asaltadores, pero decidieron dejarnos marchar sin pelear- le comentó Mateo
— ¿Vienen todos?- preguntó Matías al ver tantos carruajes
— Si, vienen todos, incluso Radians- sonrió Mateo al ver la sonrisa de Matías- bueno ahora es la prometida de José
— Yo sabía que tarde o temprano ellos se casarían- sonrió Matías- compañero- estrecho la mano a José- felicidades por tu compromiso, ¿dónde está la prometida?
— Aquí estoy- gritó Radians asomándose por la ventanilla y Matías se acercó, Radians hizo parar el carruaje y saltó de el abrazando a Matías- me alegro de volver a verte- le sonrió
— Felicidades por tu compromiso, te llevas a lo mejor de la familia- miró a su amigo al que tenía un gran afecto
— Matías, ¿me llevas en tu caballo?- le preguntó porque antes se lo había preguntado a José y este se había negado
— Ya te dije que no- la regañó José
— Pero quiero saludar a mi gente- replicó ella- por favor- le miró con ojitos tiernos
— Está bien- la sonrió- ven aquí- dijo alzándola en brazos y colocándola delante de él- estas muy malcriada- la regañó
— Y a ti te encanta darme caprichos- le sonrió ella mientras miraba a toda la gente que se congregó allí para saludarles
Comentarios
Radians es muy valiente
Ya te he alcanzado, Tamara, y me alegro de ello
Besos