Mi maleta



Preparando la maleta la llené de sueños e ilusiones, saqué de ella las lágrimas vertidas y empecé a llenarla de sonrisas, recuerdos bonitos y hojas en blanco que rellenar, me acordé de meter los abrazos, de dar un impulso a los estudios, de grabar en piedra tus manos y en arena tus ausencias, entonces abrí los bolsillos pequeños y los llené de nuevos aniversarios que iré sacando uno a uno, y deje un rincón para la dulzura y la embadurné de chocolate, puse nombre a la amistad y la llené de fidelidad, cogí un libro para llenarme de cultura, y di paso a la confianza que hacía tiempo había sacado de mi vida, empecé a sentirme en paz y decidí cerré la maleta y la levanté, al ver que pesaba poco he decidido meter algo más, un trapo para limpiar mi alma de vez en cuando por si necesito llorar ya sea de tristeza o alegría, de paso un poco de libertad para sentirme como una niña, me di cuenta de que con todo ello se había colado el perdón y en vez de sacarlo lo puse al lado del trapo para borrar las cosas que me han hecho, fue entonces cuando puse mis pies en alto y me sentí cómoda con la vida, de verdad ahora empezaba a pesarme menos, y entonces vi otro bolsillo, uno para la intimidad y pensé la de cosas que guardaré siempre para mi y que no contaré a nadie y me vino a la mente la independencia, porque sin ella no sería yo, y apunté en la lista cosas que debería seguir echando siempre en mi maleta, cosas como la lealtad, la esperanza, la responsabilidad, la firmeza y decidí poner la responsabilidad junto al entretenimiento para recordarme que a veces debo ser menos responsable y más loca, y no me olvidé de la justicia y tampoco de la educación.

La salud me hizo pensar en momentos perdidos, pero rápidamente recordé la creatividad para superarlos, añadí entonces a su vez la sinceridad conmigo misma y los demás, la fe, el equilibrio y la generosidad, pero no olvidándome de la dignidad que algunas veces siento que he perdido al dejar ver demasiado mis sentimientos, y con ello me vino a la mente el amor, la puntualidad, el respeto, el optimismo, el valor y la armonía.

Entonces sonó el teléfono y al cogerlo me vino a la mente el éxito que siempre va unido al progreso, y con ello la fuerza que he demostrado siempre para superar las adversidades, las doble bien y las metí en la maleta mientras conversaba con la amistad que me daba buenos consejos, entonces me di cuenta de que jamás se me ocurrió meter el dinero que para algunas cosas es tan necesario, y tomé mi monedero y recordé que derrochar es malo pero no disfrutar nunca de lo ganado también lo es, y vi lo acumulado y sentí seguridad, no era necesario el lujo, ni las joyas, ni siquiera el heroísmo o la comida, entonces valoré la resistencia y metí un poco de ella también, y me di cuenta de que debía acompañarme la sabiduría para saber usar en cada momento lo que necesito de esta maleta, y cuando colgué el teléfono sonreí pues la igualdad se había colado sin darme cuenta en un rinconcito muy pequeño, y le deje espacio para que se uniera a la confianza, la honradez y el respeto.

Y bien, ya cerré mi maleta y le puse el candado porque no quería que nada se escapara, como contraseña para abrirlo puse la iniciativa y le añadí una etiqueta basándome en la alegría. Tome la maleta entre mis manos y me dije, ahora si, con todo esto me voy a ver a mi familia.

Comentarios

En esa maleta vibran todas las sensaciones, todos los milagros.


Un abrazo.
Gracias.
CHARO ha dicho que…
Un magnífico "equipaje", no puede haber otro mejor.Besicos

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