Quiero que me abraces y no me sueltes nunca

Simplemente te escrito porque quiero, porque me saludaste esta mañana y en ese instante amaneció para mí.

Recuerdo este día jejejeje, me pico un tábano, no me pude quitar la camiseta en todo el tiempo, pero fue una salida juntos a la isla del zujar en la que me reí, recibí mimos, di mimos, comimos juntos en una toalla, nos tumbamos a descansar... y a la vuelta el coche estaba rodeado de abejas y no quería acercarme a la puerta y comprobar que no me iban a hacer nada.

Fue un día feliz, llevaba la camiseta de la pitufina y bueno, tu, estabas intentando seducirme sin camiseta jajajajajaja, aunque ya me tenías enamorada, desde el minuto uno, antes de oír ni siquiera tu voz, ya eras parte importante de mi vida.

Me encanta pasar tiempo contigo, me encanta ver como te brillan los ojos, me encanta tu sonrisa, me encantan tus abrazos (y no digo besos que se escandalizan jejeje), me encanta saber que estas, que simplemente cuando abra los ojos estarás y que cuando me vaya a dormir por las noches no vas a faltarme, este bien, mal, regular, siempre estas.

No puedes hacerte una idea de lo feliz que me has hecho en todo este tiempo. Cada año, unas veces antes y otras después, por estas fechas sería un día agridulce porque se acabarían las vacaciones y volvería a casa, sin ti, pero contigo. El Meniere me ha enseñado algo que estaba intentando hacerme a la idea antes y es que cuando dos personas se quieren da igual donde estes, si a mi lado o a 300 kilómetros, porque a cada instante, en cada momento, estaremos juntos.

Quiero ver tus ojos pronto, quiero tocarte y quiero que me abraces y no me sueltes nunca. 

Te quiero pekeño saltamontes.