Isemay- Parte 15.4 VIVO
Entró en la casa siguiendo su instinto de que iba a encontrar o conocer algo sorprendente de ella, si lograba curiosear cuando hablaba con la otra mujer. Había incluso apurado su trabajo para poder disfrutar de unos minutos de curiosidad. La puerta sonó cuando él entró a la casa, y las mujeres se quedaron mirando expectantes a que alguno de los hombres apareciera por el pasillo, sintiéndose descubierto se asomó al umbral. - Pasa- le indicó Doña Encarna con una mano manchada de harina. - No quería interrumpiros- sonrió sentándose en una de las butacas que había frente a la mesa donde las mujeres trabajaban. - No es interrupción- sonrió la mujer- sírvete limonada, querido- señaló la jarra que había al fondo de la mesa. - Podéis seguir hablando- comentó él mientras se alejaba para servirse. - Bueno coméntame querida- la miró de nuevo Doña Encarna vol