Isemay 41.8
- Siempre he deseado que seas feliz- le dijo antes de volverse hacia la puerta para salir de esa habitación que la estaba asfixiando. - Pienso serlo- la dijo antes de que saliera y sin que ella percibiera que había llegado hasta su lado, cerró la puerta que comunicaba con la otra habitación para que no pudiera pasar- Sé que duele- la dijo al ver que ella se resistía por poder salir de allí- No sabes lo que me ha costado decirte estas palabras, incluso ahora tengo ganas de retirarlas, pero lo nuestro fue mal desde el principio, lo único que he hecho bien en todos este tiempo es darte un hijo tan maravilloso, no seremos felices si no olvidamos todo esto. - ¿Crees que no lo sé?- Se volvió para enfrentarle y encontrarse encerrada entre sus brazos que la bloqueaban cualquier posible salida. - No puedo darte el tiempo que te he robado, no puedo ni siquiera plantearme como