Isemay- Parte 27.4 MUERTO
- Es hermoso- le cogió la mano para contarle los deditos- y tan pequeño. Ya no tengo sueño- levantó los ojos para mirar los de su esposo. - Gracias- susurro Osmar tomando la otra mano de su hijo entre las suyas- gracias de verdad. - Ha sido un placer- volvió a sonreír y su mirada volvió hasta su hijo. Una hora después, Tricia regresó para cambiar las sabanas, y atender a la parturienta. Osmar salió del camarote, muy a regañadientes, para ir a mostrar a su hijo al resto de la tripulación. Seguramente Uwuain estaba mucho más nervioso que él. Acurrucó a su hijo entre sus brazos, y le arropó de nuevo con la mantita en la que estaba enrollado. No se dirigió directamente a cubierta, donde seguramente sus hombres estarían esperando, ni tampoco fue a la bodega, donde estaría Uwuain. Si no que fue a su alcoba, donde una cadena de oro hecha especialmente con el escudo de Halk y Sabell entrelaza