Te sigo queriendo a mi lado.
Perdóname, por no comprender que tenías que marcharte.
Por las noches en vela que te hice pasar, por las trastadas que cometía sin querer, y que tanto te molestaban.
Por las horas que pasé sin verte, y por las que cuando te veía, me quejaba de estar allí y no jugando.
Perdóname, por los besos que se me olvidó darte, por los abrazos que nunca recibiste, por mis lágrimas por ti.
Perdóname por enfadarme cuando me dejaste sola, por pensar que te había perdido para siempre, por desear que regresaras, por no creer que desde donde estés me cuidas, por dudar de tu palabra.
Perdóname, porque nunca fui la mejor nieta, porque quise ver el mundo de colores, por no dejar que me trajeras a la realidad, por no creerte cuando me decías que te marcharías, algún día.
Perdóname abuela, porque, aunque te hayas ido, y aunque me dijiste que debía ser feliz en tu ausencia, yo aun sigo queriendo como antes, que regreses a mi lado.
Comentarios
suudella ja sinulla on hyvä maanantai
Duras palabras de perdon, que sin duda alguna, ya estan absueltas y perdonadas.
Comprendo perfectamente como te sientes y el vacio que queda despues de una ausencia.
El viaje es largo y sin retorno, pero el recuerdo es cercano y tangible.
Me es fsacil ponerme en tu piel y sentir esa ausencia que tan claramente describes.
Ojala se apaciguen las penas y quede tan solo el grato recuerdo de unpasado feliz.
Un fuerte abrazo.
Ricard
Por esta razón Tamara yo he querido hacerles el blog a las nenas, porque quiero que tengan algo vivo de su madre, de sus abuelos, de los amigos de la infancia, de familiares, que la vida da muchas vueltas y nunca sabes lo que pueda suceder, y es tan grande el amor que se les tiene... en fín no sigo que estoy sensiblera.
La relación que tengo con mi madre es lo más y ella me cuenta que no se puede explicar lo que se siente por los nietos, que es un amor y unas ganas de estar con ellos que no lo sacrifica por nada en el mundo, y cierto es que cuando mi sobrino o mis hijas están con ella jamás protestan, porque se pone a jugar con ellos, les saca para jugar todo lo que ellos le pidan y de comer siempre les tiene lo que más le gusta, y da igual que cuando se van la casa parezca campo de batalla, siempre me dice no le ayude que ella tiene todo el tiempo del mundo para recoger, lo que no va a hacer es limitar a sus nietos a un espacio único, la casa es para disfrutarla. Tamara mis padres viven en una casa de campo, hablamos de 2000 metros cuadrados patas a arriba, porque hasta en los bancales ellos se ponen a regar, cavar, o simplemente revolcarse.
Yo de mayor quiero ser así con mis nietos, porque sé que seré feliz.
Un besazo y allá donde se encuentre tu abuela, te estará diciendo: YO TAMBIEN TE QUIERO CARIÑO!!
Sé que esta cerca, ella siempre me decía que sonreiría por mis éxitos donde estuviera. Solo espero, que este sonriendo muy a menudo.
Besos, amigo. Yo tuve un buen lunes, espero que tu también ;)
Mil veces, se cayeron los angelitos al suelo, y se rompieron, y mi abuelo, con la paciencia de un santo, los pegaba una y otra vez. Ella, nunca me regañaba, sonreía y me decía, ya te lo dije.
Cuando mi abuela, iba a morir, me dijo que esos angelitos serían para mí algún día. Ahora me miran desde un lugar privilegiado de mi habitación, con mil partes pegadas y despegadas una y mil veces por mis travesuras...
Sé que ella me perdona todo lo que hice, incluso me perdona que la llore aun, pero, hay ciertas promesas, como la de dejarla ir y no llorar nunca por ella, que no puedo cumplir por mucho que lo intente.
Aun así, me acuerdo de esta manera porque ayer fue un día señalado, pero, los recuerdos, siempre son buenos... Aunque no fuera la mejor nieta del mundo, ella fue la mejor abuela.
Besos.
Mi abuela estaba enferma, era ciega, y no podía andar porque tenía azucar, y los huesos se la habían deformado, yo iba a verla todas las tardes, y ella me ofrecía una caja de galletas para que cogiera una, la caja llevaba vacía mucho tiempo, pero yo aun así, fingía coger una galleta y comérmela, y siempre la decía, esta buenísima abuela, te quiero mucho, y ella me contestaba, yo te quiero más.
Por la noche, antes de irme a mi casa, la ponían la insulina, yo siempre la preguntaba que porque no lloraba cuando la pinchaban, su contestación siempre era la misma, me miraba y me decía, se me acabaron las lagrimas, mi niña.
Cuando se puso muy malita, ella siempre me decía que no llorara, que ella iba a estar siempre conmigo, y yo para que ella se quedara tranquila, siempre la decía, en el cielo, ya no vas a sufrir más. Solo espero, que eso se haya cumplido, y ahora, me este viendo, como nunca pudo verme cuando vivía.
De lo único que en verdad me arrepiento, es de no haberla dicho adios, cuando me pidió que se lo dijera, pero, yo no quería despedirme de ella, creo, que aun no estoy preparada para hacerlo.
Me alegro de que tus niñas, disfruten de sus abuelos, te aseguro, que es algo, que no se las olvidará nunca, y haces bien, en dejarlas ese recuerdo, a lo mejor, dentro de unos años, yo pueda decir, que escribo este blog, porque algún día mis hijos lo leerán, y sabrán quien era su madre. Es un legado hermoso, con el que nunca las dejarás solas.
Besos.
Cobijate en su recuerdo.
cuanto dolor deja...y que vacio tan grande que no se llena con nada...
bonitas palabras...
seguro que le llegan...allá donde esté...
un abrazo
Saludos!! =)
Allá donde esté tu abuela, seguro que sabe que la querías mucho y que la echas de menos.
Un abrazo.
Besos.
Siento que tu abuela no te quisiera, pero... Hay abuelas para todos los gustos también.
Besos.
Seguramente sabe que la adoro, o al menos eso espero, si me está viendo.
Un beso.
Un besito
Besos.