Una nueva vida- Capítulo 43.2

"Todo sería mejor si uno conociera con claridad todo lo que tiene, en vez de todo lo que le falta"

Un coche negro se detuvo frente a ellas y alguien abrió la puerta, todo el mundo se volvió Radians hizo caso omiso del hombre que se bajaba en ese momento, pero el hombre ando con paso torpe hacia ella.

— Radians- le hablo el hombre y esta se volvió a mirarle, entonces lo vio pues el hombre que estaba frente a ella tenía los mismo ojos que Nitor- hermana, ¿eres tú?- Radians se quedó paralizada al ver a su hermano tan cerca de ella y que la había reconocido

— Roller- le abrazó Radians sollozando- hermano- dijo mientras él la estrechaba contra su pecho

— Mi pequeña, tienes los mismos ojos que madre y en verdad te pareces a la abuela- la abrazó y la estrechó contra su pecho

— Roller, ¿te encuentras bien hermano?- le preguntó al recordar cómo había avanzado hacia ella

— Si, ahora sí, tengo a mi hermana conmigo, entremos a casa, debemos hablar y ustedes señoras, márchense- dijo mientras conducía a su hermana hacia el coche del que había bajado y la ayudaba a montar seguida por Melisa

— Roller, es una amiga- dijo al ver que él se quedaba sorprendido

— Monte señorita- y la ayudó a subir.

El coche los llevo pocos metros más avanzando por la calle muy despacio, Roller agarraba las manos de su hermana y la observaba fijamente. Pocos minutos después llegaban a la casa, el cochero las abrió las puertas y las ayudó a salir, su hermano la condujo hasta la puerta de la casa, entre la multitud que había aguardado largo rato fuera de la casa para convertirse en la hermana del duque de Tesuel.

Un mayordomo abrió las puertas de la gran casa en las antes había vivido, comprendía que estuviera cambiada pero el mayordomo no la reconoció. Nadie supo quién era hasta la aparición de la dama de compañía de Rina.

— No puede ser- se sobresaltó la mujer- la pequeña- se interrumpió al ver que ya no era tan pequeña

— Señora Sumi- hablo Radians abrazando a la mujer que había estado tanto tiempo con su abuela

— Esta usted bastante cambiada- la habló la señora Sumi

— No lo suficiente, usted me ha reconocido y mi hermano supo que era yo porque en verdad debo parecerme en algo a cuando era pequeña

— Te pareces a tu abuela, Radians, en verdad estas hermosa

— Gracias señora Sumi- comentó con gran agradecimiento pues necesitaba oírlo después de varios meses sin ver a José cada vez se sentía más inferior.