Carpeta de café

Hola a todos, hoy os dejó un nuevo taller, muy divertido, útil para los chicos/as y sobre todo con un olor espectacular. Espero que os guste.

Objetivos:

- Desarrollar la psicomotricidad fina.

- Potenciar el olfato a través de los distintos olores.

- Emplear nuevos materiales para el uso de distintas actividades.

- Realizar objetos útiles para el aula de una manera fácil y sencilla, personalizándolos a nuestro gusto.

- Adquirir nuevas habilidades en el uso del pincel.

Materiales:

- Cartulinas blancas o en su defecto folios.



- Café.



- Agua.





- Pinceles.



- Cartulinas de colores.



- Velcro.
- Objetos decorativos (gel de purpurina, ...)





- Rotuladores y pinturas.

- Forro de libros adhesivo.
- Cola blanca.
- Goma.

Actividad:

Cogemos dos folios blancos o cartulinas blancas y los colocamos encima de una mesa.

Conviene cubrirla antes con un plástico para evitar mancharla.

Llenamos un vaso con agua y café.





Con el pincel, extendemos el café poco a poco encima de los folios o cartulinas, dará un efecto antiguo y no importa si queda todo el folio bien cubierto porque queda bien de todas formas.

Dejamos que seque, y le damos la vuelta al folio o la cartulina, realizamos la misma operación por el lado contrario.

Una vez que los folios o cartulinas están secos, los utilizaremos como tapas de la carpeta, podemos decorarlo antes o después de montarla, pero es preferible antes ya que si hay algún error no tendremos que deshacer la carpeta para cambiar las tapas.

En la tapa de delante, podemos poner el nombre de cada alumno, si lo utilizáis para clase, podéis incluir el curso y la asignatura.

En la tapa de detrás la decoración puede ser libro o incluso un dibujo que tenga que ver con lo que vamos a guardar dentro.

Se recorta un trozo de cartulina cuyo ancho sea aproximadamente de cuatro dedos, y el largo el mismo que el folio. Se dobla por la mitad, dejando dos dedos para cada lado de la carpeta.

Ese trozo de cartulina hará de soporte para unir las dos tapas.

Se echa cola blanca en la mitad de la cartulina, y se pega una de las tapas, después se realiza el mismo procedimiento con la otra parte, teniendo especial cuidado en que las dos tapas queden alineadas.

Si queremos que la carpeta dure bastante tiempo, podemos forrarla. Se estira bien la carpeta y se coge el forro de libros adhesivo, con sumo cuidado, para que no deje pompas, vamos plastificando nuestra carpeta.

Una vez realizado este procedimiento, se pueden hacer varias cosas para cerrar la carpeta, primero, ponerle belcro en las tapas, segundo, cortar un trozo de cartulina, si es posible del mismo color que la unión de las tapas, y pegar la mitad en la parte de atrás de la carpeta, la otra mitad sobresale por encima, se dobla, y lo pasamos a la parte de delante de la carpeta.

Con una tira fina de cartulina, aproximadamente 1cm de ancho, y de un largo ajustable, medimos la tira que acabamos de colocar, y recortamos la tira actual, que servirá de enganche, siempre tiene que quedar un poco más larga que la anterior. Extendemos cola blanca por los bordes de la tira, y la pegamos en la carpeta, por la parte delantera. Ya tenemos el cierre, si introducimos la tira que esta pegada detrás, por el hueco de la tira realizada delante.

Por último, si queremos una carpeta más sofisticada, podemos realizar dos agujeros en la parte de delante de la carpeta, uno a cada lateral, y otros dos detrás, centrados. Introducimos la goma por los huecos y atamos en los laterales. Así tenemos el cierre que se utiliza en la mayoría de las carpetas.

Variaciones:


Con esto también se pueden hacer cuadernos si pegamos folios dentro, y podemos teñirlos también de café para que de otro efecto.



Que lo paséis bien. Un beso a todos.

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