Isemay- Parte 1.8 VIVO

-                            Mi lord- recordó a la suave Catrina (...)- sino fuera porque te conozco  (...)  te tendría el mismo miedo, que todas las jóvenes del pueblo- le había dicho suavemente.
-                            Ellas conocen la fiereza de mis armas de guerra- le había contestado él instantes antes de besarla- (...).
-                            Si, mi lord- había reído ella- dejemos que (...).
Se preguntaba como aún en esos horribles momentos, podía acordarse de ella, no es que a él le gustara abandonar a sus amantes, sino que tenía una reputación que mantener, no por él, sino por una esposa a la que a penas recordaba, y que probablemente ya sabía de sus hazañas, pero con la que, no sabía porque, sentía un cierto deber de responsabilidad.
-                            Isemay- susurro entre dientes al recordar a la niña que tenía como esposa, y un golpe tras una puerta le despertó de su ensoñación.
En ese momento, pensando en la niña a la que habían obligado a desposar y separar de su hermano, y en su amante joven y dulce que le esperaba (...), tuvo consciencia de que la situación era bastante incomoda, por no decir la posición en la que se encontraba, ni siquiera tenía una pared cerca para apoyar el cuerpo y que sus manos descansaran, debía estar situado en medio de una sala y esta debía ser bastante grande. Sino volvía pronto a Halk, seguramente sus hombres avisarían al rey de su desaparición, y este, ordenaría reunirse con Isemay para preguntarla por el paradero de su esposo, esa niña podía echar a perder todo lo que en esos años había construido con tanto cuidado, desde una amante fiel bajo su cuidado, hasta un séquito de criadas (...), pero si el rey devolvía a su esposa a Halk, él se vería obligado a prescindir de ellas, o al menos cambiarlas de residencia, algo que le saldría caro, teniendo en cuenta el gran número de mujeres que tenía con él, al menos que a su esposa no le importara en absoluto cuantas amantes residían bajo su techo, pero ¿A que esposa no le importaba eso?, claro que Isemay, no era una esposa normal y corriente.

Comentarios

EldanYdalmaden ha dicho que…
Problemillas?
Tamara ha dicho que…
Creo que llegados a este punto, cabe recordar, que era un hombre al que le gustaba tener enamoradas a todas jajaja, que su propia esposa no le hubiera exigido nada en años, y tal vez no se lo exigiera nunca, le molestaba. Era lo que debían hacer las esposas, importunarles siempre que pudieran, al menos así se pensaba de ellas, que eran débiles, delicadas y unas lloronas.

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