Isemay- Parte 4.3 VIVO

Ya en los jardines de Sabell, su primo la explicaba lo que había ocurrido, una semana antes de que ella apareciera habían tenido una emboscada y Uwuain desapareció en medio de la contienda, no habían pedido rescate por él, así que se imaginaron que estaba herido y lo buscaron, pero no lo habían encontrado, con lo que decidieron volver al castillo para informar de su desaparición.
Esa misma noche habían llegado a Sabell, cansados y fatigados por la búsqueda, y oyeron comentar a una de las sirvientas que Lady Isemay había estado allí, pero que un paje vino en su busca.
-                            Estábamos muy asustados- la había explicado su primo- al principio pensamos que eras una espía, pero cuando entramos a tu cuarto y observamos que Reyna se encontraba allí, pensamos que ese hurón revoltoso solo se llevaba bien contigo, y que de ser una espía no habrías ido a sacarlo de su jaula.
-                            Pensé que cuidaríais de él, el tiempo en que yo no estuviera, cuando llegué y me informaron de que estaba enjaulado no pude creerlo- le reprimió aun sollozando.
-                            Uwuain te escribió una carta diciéndote que podría llevártelo o enviártelo con un paje, pero tú contestaste que no querías saber nada de Sabell.
-                            Yo jamás diría eso- se defendió Isemay, mientras sorbía un poco de te caliente que una de las criadas acababa de llevarle- Yo adoro esta tierra.
-                            Uwuain pensó que nos odiabas por haber dejado que te sacaran de aquí.
-                            Fue decisión del rey, no vuestra- les indicó.
-                            Bueno ese fue uno de los motivos por los que pensamos que no podías ser tu la que había estado aquí, y era mucha casualidad que hubieras salido del castillo cuando llegábamos Reinald y yo- comentó su primo Isobair que se había unido a ellos en el jardín- que éramos los únicos que podíamos reconocerte.
-                            La verdad es que tiene lógica que pensarais de ese modo- suspiró ella.
-                            Los hombres pensamos que era una trampa así que fuimos al hotel donde supuestamente habían citado a la espía, para comprobar su identidad, y poder recabar información sobre Uwuain- le informó Reinald.
-                            Pero para nuestra sorpresa, Lord Colen se encontraba allí con su esposa, y nos informó que no podría confundir los ojos de nuestra prima con los de ninguna otra dama de la corte, aunque nadie más te había reconocido- Sonrió Isobair al recordar el comentario del anciano Lord, que al ver la cara de su esposa añadió, Isemay rivaliza en la corte siempre que no esta Shira.
-                            Lord Colen y yo coincidimos varias veces en el último año, pero estaba tan nerviosa porque Osmar pudiera encontrarme allí que no me fije en quien había.
-                            Eso mismo nos dijo su esposa, que parecías nerviosa, pues ni siquiera les habías saludado, nos dijeron que te acompañaba un hombre, pero no supieron decirnos a que casa pertenecía y cuales eran sus colores.
-                            No supimos hasta después de unos minutos, que Lord Wilde de Sumerhild estaba allí con una joven muy hermosa que vestía los colores de Sabell- continuó Reinald sentándose junto a ella-  aunque nos extraño, pues en tus ropas debía ir el escudo de Halk entrelazado y nadie nos dió indicaciones sobre ello- tocó el cinturón de Isemay con el escudo de Sabell.
-                            Las ropas de Francia no sirven para el clima húmedo de aquí, y por otra parte no quería que se extendieran rumores de que una joven vestía los colores de Halk, pues Osmar se enteraría de que había regresado.
-                            Ahora ya entiendo porque no los luces- le dio la mano su primo- y no quiero que lo hagas.
-                            Reinald- comenzó a decir Isobair.
-                            Una semana hermano- se quejó su primo a la vez- una semana, su esposa enferma y no se ha dignado a contestar el mensaje, ¿Quieres que le honre?
-                            ¿Él no sabía que viniste?- la preguntó Isobair ignorando la discusión- por eso tal vez no ha contestado a nuestra llamada, tal vez, deberíamos informarle- continuó hablando - el rey podría enterarse y pedirle cuentas, si Osmar lo supiera podría decir que solo viniste de visita, incluso podría añadir que estabas preocupada por la desaparición de tu hermano, con lo que seguramente el rey te permita quedarte.
-                            Somos la familia de Isemay, si su esposo no nos cree, entonces que le parta un maldito rayo, porque no pienso suplicar más su visita.
-                            Si el rey interviene las cosas podían complicarse- replicó Isobair a su hermano.
-                            Y también obligaría a Osmar a salir en busca de Uwuain- les frenó Isemay- y este jamás me lo perdonaría, al parecer, aun no se han perdonado, y no quiero más disputas entre ellos. Quiero a mi hermano de vuelta, y a Osmar lejos de mí.
-                            No creo que si Uwuain se entera de lo sucedido le perdone que te haya dejado en manos de ese hombre todo este tiempo- la informó Reinald, a su prima.
-                            ¿Así que se dirigían a la habitación de los jóvenes amantes?- rió para quitar tensión a las palabras de Reinald.
-                            Isobair me dijo que si estabas con ese hombre, solo podías ser su amante, además en la posada nos informaron que solo habías alquilado una habitación.
-                            Yo no tenía idea de eso- les informó a sus primos excusándose.
-                            Fuimos allí para ver quien era la traidora, y cuando te oí gritar pidiendo ayuda, se me heló la sangre, no pensamos, solo actuamos, y ahora me alegro de haberlo hecho, pues ese hombre…
-                            Si te hubiera hecho algo jamás nos lo habríamos perdonado- prosiguió Isobair- ahora debes mantenerte alerta- la tomó de las manos- hemos herido a muchos de sus hombres, pero Wilde escapó por una de las ventanas, no vuelvas a salir del castillo sin nuestra compañía, puede que él este detrás de la desaparición de tu hermano.
-                            Wilde, dijo algo extraño, algo como que el rey le había pedido que hiciera aquello.
-                            ¿El rey?- preguntó incrédulo Reinald mirando a su hermano- estoy seguro de que él no esta detrás de todo esto, ¿Qué ganaría?
-                            Las fuerzas de Halk, unidas a las de Sabell son casi tan numerosas como las suyas, y todos temen al halcón negro- sopesó Isobair.
-                            Puede que el rey se enterara de que la mujer con la que Osmar me había enviado murió, y si yo volvía a Halk, obligaría a Uwuain a cerrar una tregua con Osmar, para que yo pudiera tener cerca a mi hermano.
-                            Lo que pondría en peligro al rey- concluyó Reinald.
-                            Pues si es lo que estamos pensando, aun debes mantenerte más alerta Isemay, infórmanos de todos tus movimientos.
-                            Ahora ve a descansar, jamás pensé que buscando a una traidora, devolvería a mi prima a casa- la cogió de nuevo para llevarla a su habitación.

 Y aquí termina el cuarto capítulo, es más corto que los demás, pero espero que os haya gustado... seguiré colgando capítulos proximamente. ¡Buena lectura!

Comentarios

EldanYdalmaden ha dicho que…
Cortito pero productivo, como tengo tiempo, seguiré con el 5. comiéndome un helao.

Va bien la cosa profe.
Saludos.
Tamara ha dicho que…
mmm yo quiero helado jop :(

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