Isemay- Parte 6.3 VIVO

  • ¡No puedes hacerme esto!- Volvió a gritar- ¡Sabes que no puedes!- le recordó- Mi esposo te hará pedazos cuando se entere de esto, sabes bien que nadie humilla al halcón negro- grito para que la oyeran y oyó un murmullo tras las puertas.
Su puerta estaba cerrada con llave y flanqueada con dos soldados, lo sabía porque les oía hablar, sabía que todos temblaban cuando ella nombraba a su esposo, Isemay odiaba hacerlo, Osmar nunca se había preocupado por ella, no tendría porque hacerlo ahora, pero sus leyendas eran conocidas, era una bestia en la lucha y un salvaje (...), al menos eso decían, porque ella no tenía constancia de ninguna de las dos cosas, y prefería que siguiera siendo así.
Únicamente obtenía la visita de una sirvienta una vez al día, que la llevaba comida. Ella misma debía racionársela sino quería morir de hambre. Esos seres no eran humanos, con dos piezas de fruta y una hogaza de pan no sobreviviría mucho tiempo, estaba acostumbrada a comer bien, no con demasiados lujos, pero si correctamente, desde que estaba allí descansaba mal porque cada ruido fuera la despertaba, y tampoco se alimentaba bien, más de una noche se había acostado sin cenar. La vieja criada debía comerse su comida de camino a la habitación, porque a veces cuando llegaba hasta ella, el pan estaba mordisqueado y apenas le quedaban los huesos de la fruta.
  • Ladrona- la gritó uno de los días cuando entró a llevarle la bandeja de la comida y en ella no quedaban más de dos cerezas- ¿Quieres que me alimente de esto todo el día? ¿Es que acaso no tienes piedad? Exijo hablar con Lord Wilde- la había dicho, aunque la criada la ignoró y ese día había pasado más hambre que nunca.

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