Y me lo quería perder...
Agotada, esa es la palabra para describir como me encuentro. Espero que lo entendáis, el porque no escribo mucho, no tengo ganas, no sé si es bajón, puede que pueda llamarlo así, pero creo que ha sido más el darme cuenta de que las personas no piensan en las cosas que hacen, como su actitud, lo que hagan o no, pueden hacer mucho daño, si se trabaja con personas.
Siempre he dicho una cosa, si no eres responsable, si no sabes trabajar o tratar con personas, no lo hagas, sé que el dinero llama la atención, y más en estos tiempos de crisis, pero... ¿Hasta que punto el dinero paga el daño que puedas ocasionar?
También sé que todos llevamos prisa, que nuestro tiempo es oro, pero, gritar, gruñir, amenazar, ¿Nos solucionan algo?
A mí, el dinero no me paga el cargo de conciencia que se me queda cuando se que me he equivocado al hacer algo.
Siempre he dicho que una persona no es un ordenador, no tiene un botón de formatear con el que vuelves a empezar. Los errores que se cometen una vez, se quedan ahí, y ese cúmulo de errores o aciertos es lo que nos hace ser de un modo u otro como personas, es lo que nos hace llegar a casa más contentos o derrotados.
Dije hace mucho tiempo, que el día que viera que la situación me podía, porque todos somos humanos y puede pasar, pues el día que eso ocurriera, dejaría de ejercer en mi profesión, al parecer no todo el mundo piensa igual... Que duro darse cuenta de esas cosas, y saber que aunque lo intentes no puedes hacer nada.
Llegas a la cola del paro y las que te atienden están amargadas, como si pensarán que estás allí por gusto, vas a trabajar a un lugar nuevo y si llegas con ganas y energía también te miran mal, porque ellos llevan años ejerciendo y quieren las cosas a su manera, estén bien o mal, vas a un centro comercial, e increpas al cajero, como si el tuviera la culpa de que falte un código, o de no tener cambio, a la peluquera porque te cortó un milímetro más de pelo... y así con todo, sin pensar que lo que hay al otro lado son personas.
Espero que ahora comprendáis un poco más como me siento, y el porque no tengo muchas ganas de escribir ultimamente. He de reflexionar, de pensar como solucionar las cosas... Pero sobre todo he de calmarme, porque, no creo que el mejor método sea tirar la toalla y mirar hacia otro lado, sino intentar hacer comprender a estas personas que deben cambiar su actitud, que no es el modo adecuado de hacerlo.
¿Os apuntáis a intentarlo?
Regalemos sonrisas, ayudemos al prójimo, seamos compañeros, humanos y humildes... Pero sobre todo, pensemos, que al otro lado hay seres humanos que sienten como tú.
Comentarios
Gracias a tí por tus palabras.
Un beso.
Antes de nada, relajate, descansa y piensa que hay temporadas malas, rachas de bajon y temporadas de negatividad.
La gente no comprende que estas haciendo un trabajo, ejerciendo y dedicando tu tiempo a algo importante y no valora el esfuerzo.
Lo ultimo que deves pensar es en tirar la toalla y abandonar tu trabajo que con tanto amor siempre has dedicado.
Piensa en tantas personas que no tienen derecho a nada y no tienen una sola oportunidad de conseguir una meta.
Solo por eso deves sentirte feliz,
Te mando todo mi apoyo te ofrezco el mas positivo de mis dos hombros.
Un abrazo fuerte.
Ricard
un beso y buen dia
Acabo de leer tu entrada y no puedo estar más de acuerdo, hace días mi amigo Ricard hizo una entrada que se llamaba la Casa de los mil espejos, una especie de fábula que hacía que reflexionaramos que no nos cuenta nada afrontar cada nuevo día con la mejor de nuestras actitudes y nuestras sonrisas, todo lo veremos de otro prisma y no cuesta nada ser positivo.
Estoy de acuerdo contigo Tamara, pero no debemos contagiarnos, debemos de intentar "pagar" con una sonrisa ante un mal gesto, una mala palabra o un gruñido.
Besos. Amelia.
Pues sí, es cierto todo eso que comentas, y no por eso deja de ser frustrante. Lo de la cola del paro, lo de los compañeros de trabajo... ahora, ponte en el lugar de los otros. Tú dices que regalemos sonrisas, que ayudemos al prójimo... creo que no somos nosotros los que tenemos que tener esos buenos propósitos, sino la gente a la que le regalas la sonrisa y no te la devuelve... vale, también son personas. ¿Por qué no son ellos los que se proponen los buenos propósitos?
La verdad es que decepciona a veces, tienes razón. algunos ponen o ponemos buena cara, bueno corazón, empeño... y encima parece que somos los que tenemos la culpa de que el mundo vaya así. Por tanto te digo que sí, que estoy de acuerdo contigo, pero que no se te olvide que también debemos tener nuestro amor propio, que también habrá gente que no ponga de su parte y ahí ya no podemos hacer nada...
Sonrisas y besos :-)
besotes y nos vemos!!!
Llevo años siendo maestra y nunca recibí ninguna queja, por eso me duele, y por eso estoy un poco de bajón, porque yo sí amo lo que hago, mientras que a otras personas les da igual jugarse el puesto de trabajo de los demás.
Pero vamos, que abandonar nunca.
Gracias por el apoyo. Un beso.
Un beso.
Pero hoy he sido positiva, mañana volveré a serlo, y si me enfado, bueno, me acordaré de vosotros.
De nada por visitar tu blog, me ha gustado mucho.
Besos.
Hasta llegue a plantearme, bueno, podía haberme doblado y tener cuatro brazos y mil ojos, para poder hacer todo yo, lo mismo es culpa mía lo que han hecho porque no supe ver que lo estaban haciendo mal para decirles en que punto parar... Pero es dificil hacer eso cuando estamos en lugares distintos y no puedo supervisar a todo el mundo a todas horas, por mucho que ame y me implique en mi trabajo.
Y ahora, con lo que me has dicho, estoy pensando que, aunque lo hubiera visto antes y hubiera dado consejos, lo mismo no hubieran querido escucharlos, y yo seguiría pensando que tendría que insistir más,... Pero es que el que no quiere hacer algo no lo hace, por mucho que yo lo intente, y no hay más vueltas que darle.
No puedo estar en todas partes a todas horas... dormiré pensando en eso, tal vez mañana todo vaya mejor.
Gracias. Un beso.
Un beso y pasaré a visitarte de nuevo. Se bienvenida.