Isemay- Parte 11 VIVO


Isemay vaciló al ver como su hermano la tomaba de la cintura, no le veía bien, y sus ojos llorosos le impedirían defenderse de cualquier ataque, no es que no quisiera irse de allí, sino que su hermano estaba demasiado débil como para defenderlos a ambos, sería mejor que él abandonara aquello solo, además, puede que su hermano odiara a Osmar, las rivalidades entre ellos eran bien conocidas por todos, pero ella no podía dejarlo desamparado. Si ella se quedaba en el castillo estaba segura de que los hombres de Wilde no le tocarían si querían que ella siguiera haciendo lo que ello quisieran, postergaría cuanto pudiera la anulación de su matrimonio, y después haría lo mismo con su boda.
-                            Debes irte solo- le mencionó a su hermano- los dos no podremos salir de aquí- habló mientras pudo, pero la garganta le dolía mucho y tuvo que tragar y guardar silencio de nuevo.
Su hermano ni la miró, simplemente siguió agarrándola de la cintura y tironeo de ella. Sabía que quería sacarla de allí y ella se lo agradecía, pero dos personas harían mucho bulto, su hermano tendría que comprenderlo.
-                            Uwuain- volvió a decir cuando pudo hablar, pero su hermano tiró de ella hasta una pared cercana y la tapó la boca mientras dos guardias pasaban cerca.
-                            No voy a dejarte aquí- la dijo él aun mirando hacia la procedencia de las luces- así que, cállate.
La luz se acercaba más y ella a penas podía verlo con los ojos tan hinchados, sentía la piel de su cara tensa y magullada, y la dolía considerablemente el cuello donde Wilde la había apretado hasta dejarla sin aire.
De repente comenzaron a oírse gritos, debían haberse dado cuenta de que su hermano y ella habían escapado, se acercaron pasos que corrían por el pasillo y temerosa, ella cerró los ojos mientras su hermano la protegía con su cuerpo contra la pared, estaba muy asustada, y Uwuain lo sabía, no había querido decirla nada sobre su aspecto y tampoco preguntarla si la dolía, la habían golpeado salvajemente y era probable que su rostro quedara desfigurado por un tiempo, sería mejor no alarmarla.
El corazón de ella golpeaba tan fuerte contra su pecho, que Uwuain lo notaba sobre su camisa al tenerla tan cerca. Le hubiera gustado calmarla y decirle que seguramente no pasaba nada y que no los encontrarían, esos pasadizos eran como laberintos y era difícil que alguien diera con ellos. Probablemente los soldados se habrían separado, así que de atacarles, serían en un grupo muy reducido, y Uwuain pensaba terminar con ellos antes de que dieran la voz de alarma.

Comentarios

Luna ha dicho que…
Magnifico relato Tamara^^ besos
Tamara ha dicho que…
Gracias Luna, me alegro de que te guste.

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